mi madre se volvio mi perra sumisa - Relatos Eróticos

mi madre se volvio mi perra sumisa

esta es la historia de como mi madre paso de ser mi madre a ser mi perra sumisa.

soy un chico joven de 15 años que a vivido con su madre soltera desde siempre, no soy muy popular en mi escuela pero tampoco tengo pocos amigos. mido 1,76, soy de piel blanca y pelo marrón claro, no soy muy fornido pero si soy delgado. mi madre mide 1.62 y al igual que yo es de piel blanca y de pelo marrón. desde que yo era pequeño e notado que a veces los hombres la miraban lujuriosamente debido a su cuerpo casi que desproporcionado, no se las medidas exactas pero se que mi madre usa un brasier copa D.

un día como cualquier otro desperté pero al ver a mi madre salir del baño ya no la veía como madre si no que como mujer por lo que ese día decidí espiarla mientras se vestía note como sus pechos relucían con la luz que pasaba a través de su cortina mi cuerpo reacciono al ver eso y no pude evitar tener una ereccion, después tras eso no pude dormir al escuchar ruidos no pude evitar ver si mi madre se estaba masturbando y era exactamente lo que estaba haciendo, al verla así en su máximo estado de lujuria empecé a masturbarme sin control pero tras un tiempo mas de ver a mi madre masturbandose no pude aguantar y me metí en  su habitación con mi pene al aire, ella al verme parecía asustada pero yo solo pensaba en hacerla mia, me acerque y ella dijo:

-liam que haces?(ella estaba asustada, confundida y sorprendida)

yo le respondí:

-se que no has tenido accion en un largo tiempo y yo e ...

... venido a suplir tus necesidades perra

ella respondió sorprendida:

-no puedes llamarme así...

yo le dije:

-claro que puedo perra ahora ponte a limpiar la sucia verga de tu hijo

ella intento meterse mi miembro a la boca pero además de mi miembro ser muy grande, se notaba que ella no tenia experiencia haciendo eso, yo al ver que a ella le costaba metérselo en la boca uso mi fuerza para forzar mi pene en su boca, ella parece no poder respirar pero no me importa y sigo moviendo su cabeza de adelante hacia atrás hasta eyacular y rellenar su boca con mi semen ella no podía hablar pero se notaba que estaba avergonzada pero a su vez deseosa de seguir, le dije:

-ya perra ponte en cuatro para que te rompa el culo

ella siguió mi orden pero nerviosamente dijo:

liam no creo que pueda caber la tienes mas grande que tu padre

a mi no me importo y logre meterla tras un poco de esfuerzo, mi madre lloro del dolor pero aun así gemia como loca, su vagina era perfecta, era como si estuviera en el cielo, me movía como un toro en celo y ella lo gozaba se notaba que lo necesitaba desde hace mucho, cada vez que la nalgueaba o decía perra ella apretaba mucho mas, yo le di tan duro que cuando acabe dentro ella apenas podía mantenerse en cuatro así que la levante y la puse encima de mis piernas tome sus piernas y las levante, no pare de penetrarla sin parar y ella gritaba y gemia de placer cada vez que le decía te gusta esto perra o algo por el estilo ella si, claro que me encanta ...