Madurita petite regresa del gabacho solo para ser una más de mi harem - Relatos Eróticos

Madurita petite regresa del gabacho solo para ser una más de mi harem

Hola amigos he aquí otra historia de una conquista más que sucedió hace mucho tiempo, cuando tenía varias amantes la mayoría de ellas  entradas en años, se trata de una damita de complexión muy pequeña, se podría decir que tenía un especie de enanismo pero bien proporcionada, cómo si fuera una hobbit o una pre adolescente pero ya con canas, la conocí en la salida de una estación de un metro de acá en la CDMX zona oriente, ya era de noche y mucha gente descendía de las escaleras, yo estaba comprando comida para llevar en un restaurante tipo fonda, ya eran pasadas las 7 pm y ahí la ví yo, sobresalía de las demás personas por si estatura y su rostro maduro, cabello castaño casi rubio, tez clara y cuando se sonrojaba rojiza, se le notaban arrugas en la cara pero solo ahí porque su cuerpo estaba mejor conservado (no comía mucho por su tamaño según me contó después), sus senos y trasero eran pequeños también.  

Llevaba cargando una pesada maleta y algunas otras cosas en bolsas de mano, me dije que era la excelente oportunidad para ayudarla y entablar conversación, me dirigí a ella y le ofrecí ayuda de la forma más amable posible, cómo estaba aún vestido para la oficina supongo que le di confianza y me permitió ayudarle, cargué su maleta hasta la banqueta que daba a una calle cerrada que estaba muy concurrida por diversos comercios en su mayoría de comida, después de ayudarle me dió las gracias y le dije que estaba a sus órdenes, me presenté por mi nombre y le entendí la mano ...

... para saludarla, me contestó de la misma manera y pude ver cómo se ruborizaba un poco, era del tipo de enrojecimiento cómo el de un camarón clásico en personas caucásicas, después de un poco de charla cómo de dónde vienes y a dónde ves me enteré que venía del aeropuerto y antes vivía en los Ángeles California con su hijo pero nadie había pasado por ella y que no sabía cómo llegar a su destino que por las indicaciones de un trozo de papel no estaba tan lejos, le ofrecí sentarnos un momento en el negocio de comida donde había pedido para llevar y le ofrecí algo de tomar, pidió un refresco y le dije que si no tenía hambre, me decía que no pero se le quedaba viendo a la comida, le pedí una ensalada con pollo, y yo pedí lo de llevar para comer ahí mismo, ella me dijo que no era necesario pero insistí y empezó a comer con entusiasmo (aunque no acabó el plato), después de un momento se relajó más y comenzamos a platicar de muestras vidas, le dije que que era casado pero que podíamos ser amigos, (siempre caen), me dijo que estaba bien y me dijo que ella era divorciada pero que el papá de su hijo que vive en el otro lado desapareció y jamás lo volvió a ver ni saber de él, y que hacía medio año que había salido con un señor un poco más grande de edad pero que no funcionó, (osea llevaba 6 meses o más sin tener relaciones, pensé), así que terminando la comida le dije que si me tenía confianza que me dejara llevarla a su destino ya que no estaba lejos, lo dudo un poco pero al final me dijo ...