Yo travesti y mi mujer me pone los cachos - Relatos Eróticos

Yo travesti y mi mujer me pone los cachos

Todo empezó cuando a mi mujer le gustaba tocarme el culo, ella va al trabajo por las mañanas y yo preparo el almuerzo y aprovecho para vestirme de mujer, mi cuerpo lo he firmado con ejercicios, dieta y pastillas anticonceptivas que me han hecho crecer mis tetas.
Un día había salido temprano y me encontró hecha toda una mujercita, yo me asusté mucho y corrí a mi habitación a cambiarme, ella solo atino a reír y se sorprendió de mi cuerpo, fue así que se me hizo una costumbre y a ella le gustaba verme así y muchas veces teníamos sexo.
En el segundo piso alquilo habitaciones, un día un inquilino me había visto y desde ahí buscaba seguir viéndome, mi esposa se enteró y se molestó, desde ese día fue a dormir a otra habitación, yo quise cambiar pero mi arrechura me llamaba a ser travesti.
Mi mujer empezó a salir y yo sospechaba que tenía amante, fui haciéndome al dolor, pero cuando ella salía yo me convertía en mujer, ella ya no quería tener sexo conmigo y yo empecé a masturbarme.
Un día le reclamé sus salidas, nos peleamos y ella dejó de salir, para mi sorpresa a los pocos días llego un señor a alquilar una habitación y la tomo sin reclamo del precio, el llegaba solo por las noches y al parecer salía después de unas horas, lo raro era que por las noches empezó a darme sueño después de cenar y cuando estaba quedando dormido ...

... en el mueble ella me gritaba que vaya a mi habitación, hasta que un día trate de vencer al sueño y a eso de las once de la noche cuando las luces estaban apagadas vi una pequeña luz en la sala me di cuenta que era de celular, cuando se apagó yo me levanté estando con un vestido de tela para dormir, deje pasar un rato y luego salí en silencio, al llegar a la puerta de la habitación de mi mujer escuché conversación y después quejidos, para mi no fue cólera sino temor, adentro estaba la lámpara prendida, me había olvidado que estaba vestida de mujer, y abrí la puerta para sorpresa encontré a mi mujer con el nuevo inquilino desnudos, teniendo sexo, ella trató de cubrirse pero el me miró sonriente y burlón y dijo que deseas cabro, en eso me di cuenta de mi locura de haber entrado como mujer, de miedo y vergüenza salí rápidamente y fui a cambiarme y no tuve en valor de volver a salir, desde ese día mi mujer me mira y me trata con odio y yo no soy capaz de reclamarle, ya no tiene vergüenza y todas las noches hace pasar a su amante ahora no tengo ni sueño además quiero cambiar y mi cuerpo me llama a ser más mujer, ya no me llama la atención mi mujer ni me interesa tener sexo con ella y solo pienso en la manera de provocar a mi inquilino Javier para entregarme a el, creo que estoy enamorada, pero no sé tengo miedo que me rechace.