Amante dueña de papelería, su esposo tenía otra amante más joven y yo nivele la balanza - Relatos Eróticos

Amante dueña de papelería, su esposo tenía otra amante más joven y yo nivele la balanza

... estaba estrecha al comienzo por el poco uso pero rápidamente se acopló al ritmo, sus pliegues internos se mojaban bastante, en la posición de perrito se le veía un hermoso trasero enorme, parecía que crecía así en angulo de 90 grados, su posición favorita era montarse y jugar con mi verga bien metida en ella, se recargaba sus manos en mi pecho y ella se daba placer al gusto, nunca hubo besos porque ella tenía un problema dental o así me quería convencer, usaba prótesis pero yo nunca le  miré otro problema, no quise insistir y me enfoqué en su vagina porque tampoco le gustaba la sodomía, su esposo en un intento estando ebrio la había desgarrado en su primera vez por la parte de atrás y el trauma le impedía intentarlo de nuevo, solo mi lengua era autorizada entrar en su rosado esfinter, así que lo aproveché cuando pude y también a su vagina, aún así me dejaba darle puntadas por encima de la ropa interior encima de su ano, incluso llegamos a jugar con tangas y otras prendas para simular la penetración anal, cosa que ...

... despertó un fetiche de puntear el trasero con la ropa puesta, fuera de eso disfruté mucho las relaciones con esta vieja caballona, se sentaba en mi cara, me dejaba hacerlo en todas posiciones y hasta podía meterle la mano entera por su panocha con algo de práctica y lubricante, era un deleite esperarla en la avenida paralela a la casa de su madre, verla caminar con ese trasero magnífico y que los demás hombres la voltearan a ver me llenaba de orgullo.

Dure con ella más o menos dos o tres años, pero debido a la extinción de mi empresa, mis demás amantes y mi cambio de domicilio fue más difícil vernos, muchas fantasías se hicieron y otras quedaron inconclusas (ella tenía curiosidad de hacer un trío con otro hombre o mujer), en fin nunca la olvidaré y es por eso que aparece en mis relatos, hace no mucho la hallé en otra red social de citas pero no pude seguir charlando con ella y eliminó su perfil, dónde quiera que esté siempre estará en la punta de mi verga. Saludos de la ciudad de México, la capital del cogimiento.