Que rica mamada le di.. - Relatos Eróticos

Que rica mamada le di..

una noche de verano como tantas otras, mi macho paso a buscarme, subí a su camioneta. Saludo con beso en la mejilla. Todavía estaba con mi ropa de "varoncito". Llegando a un mirador donde estacionó, baja del vehículo. Y me apuro a sacarme la fea ropa de varoncito. Y quedarme con una hermosa ropa interior de encaje color negro, unas medias negras largas, sacando de mi mochila unos zapatos y una peluca rubia, cómo pude un poco de maquillaje y estaba lista. Llame a mi hombre, me arroje a sus brazos y a su boca, me tocaba toda,  nadie nunca me beso y recorrió todo mi cuerpo como él, me vuelve loca. Asi que decidí que está noche fuese especial para ambos, baje su pantalón, su boxer y me encontré con su pene ya muy duro, es enorme me encanta el pedazo de pija que tiene y cada vez que lo veo se le pone muy dura apenas me ve, eso me pone a mil.. empeze a mamarlo descontroladamente, el gozaba y me agarraba fuerte la.cabeza y me la metía casi toda, es enorme no llego a meter toda esa verga en mi boca,  mis arcadas ...

... paraban la acción. Paramos, estábamos muy calientes, ya con el asiento hacía atrás, me subí arriba de el corri mi tanga y me metí la cabeza de esa pija, empezando un mete y saca muy lento, al principio siempre me duele un poco pero tengo una cola aguantadora, con rapidez me acostumbro, su pija mide aproximadamente los 20 cm y de buen grosor pero por la cola si me la como entera. Me encanta la penetración en mi cola, estaba a mil. Intento acabar dentro, pero no lo deje, me aparte y volví a chupar esa rica pija, lo mire a los ojos y le dije quiero tu leche quiero tragarla toda, acto seguido empezó a acabarme dentro me inundó la boca de leche, para mí sorpresa era algo dulce me encantó y seguí chupando y limpiando esa pija, a él solo lo escuchaba decir lo puta que me había puesto, aparte de que estaba encantado por la peteada que le había hecho. Nos acomodamos nos dimos unos besos acompañados de mimos. Me volví a vestir de varoncito y me dejó en casa. Así terminó la primera vez que probe la leche de mi macho.