PERRA AL AIRE LIBRE
Fecha: 11/11/2018,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
Mis siervos hasta ese momento habían sido de una horquilla de edad de los 20 años a 34 al mas mayor, pues no los buscaba mayor, ni los aceptaba. Era una mañana de sábado, quedé con un amigo como muchisimos sábados en la mañana, para hacer senderismo, hasta la hora de comer, e dirigí al campo y paré en la entrada de los senderos y carriles bicis, esperando a mi amigo, apenas pasó 5 minutos cuando me llamó para decirme que no podía ir, finalmente decidí ir solo, primero hice el recorrido junto al carril bici, al principio todo frecuentado, después empezaron los desvíos, terminé ya a la media hora en una zona solitaria con el sendero muy estrecho frondoso a los lados, caminaba y pensaba, sin el minimo pensamiento en sexo ni nada parecido en esos momentos, en un sendero solitario, cuando por un instante me pareció escuchar un sonido como d un golpe, un gemido pero todo muy dudoso pues fue apagado y un instante, pero me hizo pararme. Apenas un par de segundos después volví a escucharlo, a la vez que me hizo ubicarlo algo, era hacia el interior, saliendo del sendero, lo hice salí y justo en ese momento los mismos sonidos casi al unisono, la curiosidad aún aumento en mi, era una zona algo empinada, llena de matojos algunos espinosos arboles altos lo que hacia que todo estuviera en sombra sin apenas zonas de sol, todo ello me hacia andar lento, pero sabiendo que iba en buena dirección pues el sonido cada vez era más audible, hasta que sin aún localizar la procedencia, empecé a saber ...
... que era de una persona y que el golpe, producía ese gemido, hasta que localicé una bici, apoyada en un arbol, a unos 15 o 20 metros hacia arriba, y antes de esta una especie de muralla vegetal, de la cual procedía ya mas nitidamente, el sonido, tomé precaución observé quieto algo oculto todo el lugar, los gemidos y golpes habían cesado, por el momento, observe la mejor manera de acercarme hasta esa muralla sin ser visto, lo hice, pero tampoco me permitía ver lo que ocurria tras ella, empecé a moverme en cuclillas cada paso, muy lentamente buscando algún hueco por donde observar el interior, hasta que obtuve la recompensa, por primera vez en mi vida, me convertí durante un tiempo en un mirón, por primera vez en mi vida, vi a alguien haciendo sus mas locas fantasías creyendose solo, fue un descubrimiento para mi, pues en otras circunstancias hubiera ido directamente hacia él, pero jamas había tenido una situación como esa y jamas al aire libre, cuando pude mirar relativamente bien el interior, había un tipo sobre una pequeñisima manta, vestido de mujer, al lado una mochila, en ese instante se habia colocado sentado, justo frente a mi, yo ahora de rodillas quieto oculto por la muralla vegetal, pero entre ramitas de arbusto, veía sobretodo su vientre y piernas, estas abiertas, llevando medias, negras de maya, sus dedos eso si lo veia bien, se olvidaban de tocarse, el minimo bultito que tenia en las bragas y se perdían manoseandose bajo su diminuto sexo, la parte que veia de sus ...