CAMILA - NUEVA EXPERIENCIA DE ZOO ANAL - Relatos Eróticos

CAMILA - NUEVA EXPERIENCIA DE ZOO ANAL

Seguía disfrutando de mi nuevo macho, un mastín francés que era insaciable. Un jueves me hice coger con mis dos perros como por 7 u 8 veces, hasta que les descargué bien los testículos, pero ahora la insaciable era yo. Un sábado por la mañana, después de desayunar, alimentar a mis animales y lavar mi culo, me fui al establo para recibir una rica culiada de todos mis animales.
Me hice montar primero por uno de mis cerdos, para sentir esos chorros constantes de leche que me tiraba, los cuales después de estar tan llena se deslizaba por mis piernas. En cuanto se bajó, el posesivo de mi mastín se abalanzó para montarme de inmediato y tomarme por mi concha para regalarme un rico orgasmo. Lo hice bajar para que se recueste y yo darle una rica chupada para tragarme su leche mientras mi dogo se encargaba de mi primer estiramiento anal.
Una vez descargados mis perros, me dirigí de inmediato a que mis ponys me monten el culo que seguía pidiendo verga. Acostumbrados a su hembra, esperaban que me ubique y solos se montaban para sacudirme con violencia y profundo en mi trasero llenándome bien de leche. Ahí estaba yo, en 4 apoyada sobre un fardo de pasto esperando a que se turnen para poseerme, utilizando mis manos para guiar sus rabos a mi culo que permitía el ingreso de sus vergas enteras. Dos de mis ponys se descargaron dos veces, el tercero me regalo un polvo extra mas.
Sali de ahí con mis piernas temblorosas, y en el recorrido al box de uno de mis potros, mi mastín se abalanza ...

... para tomarme nuevamente volteándome de un empujón al suelo. Simplemente levanto mis caderas y pongo mis agujeros a disposición para que me penetre, siendo mi culo abierto el beneficiado de su estocada. Sus locas embestidas fueron las que me llevaron al orgasmo.
Nos quedamos un momento así, pegados tirando sus chorros de leche en mi interior mientras recuperaba fuerzas para seguir en busca de los rabos mas grandes. En cuanto se salió, me incorporé y entre al box de mi potro que tenía su verga super dura, así que me apoye sobre las tablas para que se levante en sus patas y me embista con su verga. Se abrió camino entre mis tripas como si nada, entrando un pedazo más en cada estocada hasta descargarse completamente.
Mi cola seguía ardiendo, necesitaba sentir ese estiramiento que parece que te parten al medio, así que no perdí tiempo y me dirigí a mi gran semental que me estaba esperando. Como siempre, me puse debajo de él, separé bien mis piernas y mi cabeza entre sus patas delanteras, ahora le tocaba su parte. Empezó a embestir mientras yo movía mis caderas para alinear mi culo con su verga, no se demoró en encontrar mi agujero y presionar para que empiece a introducirse con sus embestidas violentas mientras yo gritaba de placer. Su rabo seguía profundizando mientras mi cuerpo temblaba por el terrible orgasmo que me estaba sacando, mis piernas cedieron y su rabo me mantenía en pie mientras se estaba descargando. Cuando se quitó me quede tirada sobre el pasto para relajarme, ...