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Bienvenido al placer
Fecha: 12/11/2018, Categorías: Hetero Autor: naita, Fuente: RelatosEróticos
Le dije que entrara en la habitación, le tumbe en la cama y me quedé de pie, frente a él. Empecé a desnudarme lentamente para que observara cada rincón de mi cuerpo y así calentarme yo más. Cuando ya estuve desnuda me acerqué a él y sentí lo caliente que estaba, vi como su sexo quería salir de su pantalón. Entonces se desnudó. Se abalanzó sobre mí con ganas de tocar mi cuerpo pero salté de la cama y corrí hacia la pared, dejé que mi espalda golpeara contra ella con fuerza y mis manos fueron directas a mi sexo, estaba húmedo y caliente. Me masturbé mientras él me observaba, cuando él vio que estaba a punto de correrme, corrió hacia mi, cogió mi mano e introdujo mis dedos húmedos en su boca. Me arrodillé, cogí su pene duro y lo metí en mi boca mientras le masturbaba con la mano. Sentía como empezaba a mojarse y con ello mi boca, pasé mi lengua por todo su miembro y oí como gemía. Él me levantó, me puso de espaldas a él, inclinó con fuerza mi cabeza hacia delante, sentí su mano en mi culo y seguidamente sentí su miembro duro penetrar dentro de mí. Apoyé mis manos en la pared para poder aguantar sus fuertes embestidas y empecé a gemir. Sentía como su cuerpo sudaba, como me penetraba cada vez con más fuerza y de golpe ...
... paró. Volvió a girarme hacia él y sus dedos me acariciaron el clítoris suavemente, me empujó hacia la cama y ahí me tumbo. Acto seguido sentí su lengua en mi clítoris, mi sexo ardía en deseos de sentir su miembro de nuevo, pero no paró, siguió lamiendo hasta que mis gemidos se oían por toda la casa pero de nuevo no dejó que me corriera. Me puso encima de él y me moví lo más rápido y sensual que pude, viendo su cara de placer, viendo como sus labios se acercaban a mis pechos para lamerlos y chuparlos, sus manos agarraban fuertemente mis caderas. Cuando me avisó de que iba a correrse paré. No quería que acabara tan rápido. Me puse a 4 patas y le pedí que me penetrara con fuerza, quería sentir todo su miembro dentro de mí. Sus dedos se deslizaron hasta mi clítoris y me masturbó mientras me penetraba, nuestros gemidos eran ya algo descomunales, sacó su miembro de mi cuerpo, me giró bruscamente, lo restregó por mis pechos, lo introdujo en mi boca y se movió rápidamente, mis dedos tocaron mi sexo, ardiendo ya en deseos de llegar al clímax y me masturbé mientras sentía como su pene chorreaba. Empecé a sentir que llegaba al orgasmo y saqué su miembro de mi boca, él me tumbó en la cama y junto conmigo se corrió encima de mi sexo.
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