1. Vi a mi mama cogiendo con un vecino 6


    Fecha: 12/11/2018, Categorías: Voyerismo Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... cogérsela. El vecino le empino por completo su macana a mi mamita, gimiendo a medida que se lo hundía, oooohhhh, mmmmhh, mi mama apretó la sabana con los puños y hundió el rostro en una almohada para ahogar los gemidos; ambos se fundieron en un abrazo caliente, y empezaron a agitarse, acoplados como si fueran uno solo, gimiendo y gruñendo, mientras la madera de la cama rechinaba de manera excitante debajo de ellos. El vecino se veía en pleno éxtasis al estar entre las piernas de mi mama, vi como taladraba a mi madre con su movimiento rítmico de cadera, una y otra vez sin parar; ambos rodaban por la cama, comiéndose a besos. El vecino y mi mama estaban cogiendo de una manera por demás excitante, de pronto los amantes estaban restregándose y acariciándose sus cuerpos desnudos, lo más rico era ver que mientras se besaban ambos juntaron sus lenguas y comenzaron a mamárselas con placer. Las manos del vecino fueron describiendo ágilmente una ruta sobre la piel de mi mama, primero sus tobillos, luego el vecino volvió a agasajarse al acariciarle sus deliciosas piernas a mi mamita, hasta seguir más arriba, por sus caderas, por su cintura y finalmente detenerse en los redondos senos de mi madre. Era impresionante ver la manera en que mi mama y el vecino se estaban revolcando, rodaban por la cama hasta quedar como atravesados, acostados en horizontal; el vecino se estaba cogiendo a mi mama con un deseo fuerte y latente, empujándole aquella pieza animal, enterrándosela sin detenerse, ...
    ... con los ojos encendidos de éxtasis. De pronto, el vecino puso un pie en la cama y continúo cogiéndose a mi mama, clavándole hasta el fondo su macana prensada a mi mamita. Los senos de mi madre brincaban con cada una de sus arremetidas y el vecino las apretaba con sus manos varoniles pellizcándole sus pezones; las nalgas de mi mama rebotaban en la ingle del vecino, a medida que el arremetía sin parar, agitando su cadera. Así fue como de repente, ambos volvieron a decirse sus frases candentes: VECINO: Ahhh no mameeees, ricura, que delicia estar todo la noche en tu cama, encima de tí! MAMA: Ahhhhh, ouuuhhhh, si chiquitoooo tú y yo embonamos muy rico en la cama. VECINO: Ouuhhh mmmmhhh ¡Esto es lo que más deseaba quedarme contigo toda la noche cogiéndote! MAMA: Ahhhhh ouuuuhhh ¡Que bárbaro, que grande la tienes, ahhhh se siente muy rico! Yo no pude más me saque mi pene y comencé a masturbarme como nunca, y es que a pesar de ser un niño, como podía aguantarme al ser testigo de semejante escena sexual; era increíble pero yo a esa edad ya estaba muy caliente, mientras en la cama sin importarles nada mi mama y el vecino seguían cogiendo. Mi mama y el vecino rodaban por la cama, estrujándose con pasión, parecían un par de animales en celo, ambos entrelazaron sus piernas como si quisieran enredarse y no volver a separarse, hasta que de repente sus bocas volvieron a encontrarse, mi madre y su amante se miraron de frente, se sonrieron y comenzaron a besarse con lascivia, sus bocas húmedas y ...