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Esclava nunca mas....
Fecha: 14/11/2018, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Me llamo Carolina, 37 anos de edad, felizmente casada desde hace 12 anos, tengo un esposo llamado Carlos es bueno y responzable en nuestro hogar. Nunca he pensado en traición en ningún momento, por cuanto nuestra actividad sexual es de dos o tres cojidas cada 10 o 15 dias. Hacemos lucuras los dos hasta quedarnos satisfechos. Tenemos tres hijos que están en la escuela. Participamos de una vida social activa y con personas amigas. Maagdalena y Hugo su esposo nos invitaron a una parrillada en su finca pudiendo quedarnos a dormir si quisiéramos el fin se semana. Nos agrado la propuesta, dejando a los niños en casa de mi madre. Mi esposo tenia trabaja el sábado hasta el medio dia y va directamente a la finca. Me levante temprano poniéndome un pantalón flojo sin panty, un brazier negro con una bluza apretada tejando mis senos frondosos, una chaqueta y un maletín con ropa por si nos quedábamos a dormir. Tome un taxi en la mañana para ir a la finca. Al llegar todo era alegría presentándome a varias mujeres y varones de diferentes edades que disfrutaban de chistes, o bocaditos y licor. No más de tres o cuatro matrimonios eran conocidos. Nos reunimos varias damas conversando varios temas y se centro el tema de los gustos para tener mejores folladas con los maridos. Me hizo reir tanta imaginación. Aunque sentía mi chuchita humeda y con agrado de oir como les follaban los maridos y ellas como lo hacían. El licor no faltaba y tome mas de la cuenta hasta no poder levantarme. Trate de ...
... disimular saliendo despacio al patio posterior de la casa y me sente en un lugar solitario, sin que nadie pueda verme como estaba. Se acerco Antonio esposo de Tania, con una taza de café riéndose por cuanto su mujer y casi todos los presentes tambien estaban muy mareados. Era de confianza diciéndole que tengo ganas de orinar. Diciendome que lo haga tras una pared y que cuidaría que nadie este presente. Me tomo de la cintura llevándome tras la pared y bajaba mi pantalón poco a poco, caminando se me cayo hasta las rodillas, dejando al descubierto mi vulva peladita. Toma con una mano el pantalón y con la otra me tenia de la cintura. Al dar otro paso me saque el pantalón. Me coloca en la pared y se agacha frente a mi vulva, admirado me dice que tengo una cosita linda. Se coloca entre mis piernas lamiendo mi clítoris y mi vagina y sus manos cogiendo mis glúteos. Sentia que mi cuerpo sedia a sus requerimientos. Su lengua entraba y salía de mi vagina. Bri mas mis piernas y sus dedos entraban y salian de mi chuchita. Giro mi cuerpo poniendo mis manos en la pared, su verga comenzó a abrir mis nalgas y le di espacio hasta que su verga ingreso hasta lo mas profundo con una satisfacción orgásmica que pedia que la meta y saque mas y mas. Sus manos en mi cadera apretaba con fuerza hasta que siento que su leche ingresa totalmente. Comence a orinar parada mi vejiga estaba llena. Mi cabeza y mis sentidos por el deseo no admitia razonamientos. Al momento una dos manos me toman de mi cadera, ...