Mi madre se coge a mi perro y me recompensa para que guarde silencio - Relatos Eróticos

Mi madre se coge a mi perro y me recompensa para que guarde silencio

... como traía un vestido corto se le podía ver todo, su tanga color negro entre sus nalgas, era la primera ves que la veía así que no apartaba la vista de su culo.

Rastas mientras tanto brincaba y la empujaba cuando chocaba con ella que hacía que se fuera de cara al suelo, andaba muy hiperactivo, por mi parte me daban ganas de tocarle el culo, verla gateando por el suelo y enseñando todo me provoca algo de morbo, en eso rasta se me adelantó y  le empezó a olfatear su culo.

Mi madre solo le decía en voz baja no hazte para allá, que me haces cosquillas tu nariz fría.
y en eso rastas le empezó a lamer las nalgas y por encima de su tanga, mi madre junto sus brazos y recostó su cabeza como cuando tratas de dormir en una escritorio o mesa, dejando su culo parado, mientras decía eso se siente muy bien.

Agarre a rasta, lo aleje y en eso ella se puso de rodillas, se bajo su tanga y comenzó a arremangar su vestido hasta su cintura y se volvió a poner en misma posición, dejándonos ver su vagina depilada y las marcas de bronceado en sus nalgas.

Tal fue  mi impresión que solté a rasta y él fue inmediatamente a seguir lamiendo su vagina, mi madre comenzó a gemir más fuerte… si sigue que bien se siente tienes una lengua muy áspera sigue así amor. Cuando reaccione rasta ya estaba erecto se le podía ver su pene color rojo saliendo del el y un instante se subió con las patas delanteras en ella e intentando penetrarla movía las caderas hasta que sus movimientos suero más rápidos y mi ...

... madre comenzó a gemir más.

Me acerqué más y se la estaba cogiendo, ella lo disfrutaba, me éxito tanto ver eso que no quise apartarlo para que continuara cogiéndose, ella paso de gemidos a gritos de placer.

Estuvieron así por unos cuantos minutos y rasta se fue deteniendo quedando arriba de ella en eso se bajó de ella pero no podía sacarle el pene la tenía ensartada, mientras ella continuaba jadeando como una perra en celo.

Intentó ayudarlo hasta que por fin pudo sacar su pene, dejando caer al suelo parte del semen que dejó dentro de ella. desistí en subirla a su habitación después de ver eso y la senté en el sillón.

Después de unos minutos, mi madre se me quedó viendo con una sonrisa en la cara,  se levantó aun sin mucho equilibrio y se me acercó, se sentó en mis piernas y me dijo al oído William no debes contar nada de esto a nadie y a cambio te ayudará a desahogarte.

Se levantó, me bajo el pants y mi bóxer tomó con sus manos mi pene le escupió  y comenzó a pasar su mano de arriba a abajo. cerré los ojos de tan bien que se sentía en eso ella se subió de nuevo en mis piernas abrí los ojos y la tenía viéndome de frente, tomo mi pene con su mano lo dirigió a su vagina y se fue sentando sobre él lentamente, te gusta William me preguntó y comenzó a mover sus caderas como si estuviera cabalgando la tome de sus nalgas y comencé a moverme a su ritmo.

Ella se inclinó y nos comenzamos a besar mientras escuchaba como se le escapaban sus gemidos, me detuve, la levanté ...