La curiosidad me orilló a masturbar y chupársela a un desconocido en el metro. - Relatos Eróticos

La curiosidad me orilló a masturbar y chupársela a un desconocido en el metro.

... como su abultaba su pene, solté una risita y dije ‘sí no estás seguro, parece que él sí’ y puse mi mano sobre él. Comencé a sobárselo y él no cabía de la sorpresa. En eso se giró un poco hacía mi para poner una de sus manos en mis pechos de una forma muy discreta y ahí estábamos, manoseándonos en el asiento. Comenzamos a calentarnos, desabotonó dos de mis botones de la blusa y metió su mano para apretar mejor mis pechos, yo hice lo mismo, bajé su cierre y metí la mano en su bulto, pero se sentía incomodo, entonces con las dos manos me acomodé para sacárselo y vaya que me sorprendió lo dura que la tenía, de un buen tamaño y cabezón, comencé a masturbarlo y él a apretar mis pezones, estábamos a mil, pero en eso el vagón se detuvo, pasó un poli a decir que se iba a detener la marcha unos 15 minutos porque tenían que remover unos animales muertos de la vía y  verificar que el túnel estuviera bien. 
Nosotros seguimos en lo nuestro, pero en eso él me dijo ‘ya no aguanto Valeria, quiero correrme’, no sé que me pasó y le dije ‘solo échame aguas’, me acomodé un poco para agacharme y de una comencé a chupársela, él se inclinó sobre mi como ...

... abrazándome y disimular, me estaba gustando estar ahí con ese desconocido y su pene en mi boca, apoyando su mano en mi cabeza para chupársela más a fondo. Estuve ahí unos 5 minutos cuando sentí su mano meterse en mi entrepierna, era justo lo que necesitaba, que me dedeará, yo ya estaba chorreando y seguimos. De pronto sentimos que se puso en marcha el vagón y decidimos apresurarnos porque solo quedaban dos estaciones para bajarme, entonces aceleramos la velocidad, tuve un ligero orgasmo con su dedeada y entonces sentí como explotó en mi boca, pero estaba super amargó, aún así no me quité o lo mancharía y el a mí. 
Una vez que lo tenía en mi boca me erguí despacio y lo tragué, me dio un poco de nausea por lo amargo, pero creo que no tenía opción y me dijo ‘ay Valeria, no inventes, que buena mamada, no puedo creer que de verdad lo hiciéramos’, yo me reí un poquito y le dije ‘bueno, una experiencia más para los dos, a ver si nos volvemos a encontrar jeje’. durante los pocos minutos que quedaron nos arreglamos y reímos de lo sucedido, pero no hicimos algo por forzarlo, a ver si vuelve a ocurrir.
Espero que mi historia les haya gustado. Un saludo.