Me convertí en mujer con mis dos inquilinos - Relatos Eróticos

Me convertí en mujer con mis dos inquilinos

Me he decidido a contar mi vida real que estoy viviendo convertida en mujer.
      Me gusta que me digan Mili, los nombres verdaderos de mis inquilinos son Mario y Javier.
      Llevo más de 10 años de casado y mi mujer me incentivo a vestirme de mujer, al inicio le gustaba pero después ya no le parecía bien. Por mi parte yo busqué formar mi cuerpo de diversas formas, con ejercicios, dieta, faja, y tomaba de ves en cuando hormonas, estas hicieron crecer mis tetas.
       Ella trabaja por las tardes y yo por las mañanas al igual que mis inquilinos que viven en el segundo piso tengo tres habitaciones en una está una señorita, al fondo de mi casa tengo un jardín y por las tardes salía vestida de mujer al jardín, hasta que un día me di cuenta que Mario me observaba por el tragaluz al escuchar un pequeño silbido yo me escondí, al observar las cámaras en mi celular vi que estaban los dos en el pasadizo que se reían y conversaban y salían a tratar de verme nuevamente, fue tanta mi arrechura que solamente pensé en que me vieran directamente y sin pensar en las consecuencias subí las escaleras, yo estaba vestida con una mini color acero un top blanco, mi brasier y calzón de Gaza color piel. Al llegar al pasadizo del segundo piso me encontré con los dos sonrientes, simule que me sorprendía haciéndome la que iba a regresar, ellos dijeron hola señor, no supe que decir y solo dije por favor no le digan a mi esposa, Mario dijo pensábamos que usted era la señora tiene bonito cuerpo, ...

... mentirosos les dije, en verdad si quiere pase a verse en el espejo está bonita, entramos a su habitación y me mostré al espejo tratando de modelar y dije en verdad parezco mujer, siii dijeron está mejor que la señora, mentirosos les dije, no yo se que me falta algo, no dijo javier solo un poquito de caderas pero el resto es mujer, a Javier le decíamos el solterón porque ya tenía su edad y nunca le vimos con enamorada igual Mario más joven y delgado, me preguntaron y la señora, les dije esta en el trabajo y llega tarde, si pues dijo el solterón yo la he visto un día iba por el centro con un amigo y se sonrió, Mario dijo es que como son dos mujercitas abajo, ayy este loco mejor me voy dije, no por favor mira lo que te vas a perder, tocándose los huevos, rápidamente sacaron sus vergas de Mario era delgada como mi dedo medio, mientras que del solterón era más gruesa que la mía y oscura, y dijo la carne blanca a si sea de cabro es rica, fue ahí que por primera ves observe en el espejo mis piernas eran blancas como la leche y llenitas cómo de mujer, no pude resistir a la tentación y cogí sus vergas una en cada mano, estaban calientes y húmedas, me arrodille mientras ellos se bajaban el pantalón y empecé a mamar sus vergas, jamás pensé tener una en mi boca y ahora tenía dos, resbalaban en mi boca y me pasaba de una a otra eran gelatinosas, cogía sus bolas duras y llenas de leche, la verdad de Mario no bajaba su capuchón parecía virgen mientras que de Javier tenía una cabeza gruesa y ...