Independencia Sexual (4) El arbol - Relatos Eróticos

Independencia Sexual (4) El arbol

Hola público, aquí Pato con una historia más.

Quisiera platicarles a cerca de una experiencia más que tuve hace no mucho, durante un día lluvioso.
Les quiero contar de Susana, es una chava más chica que yo y que le fascinan las fiestas y el perreo, enfrente de su casa suele pasar el tiempo con sus amigas, bajo un árbol bastante grande.
Ella es flaquita, algo morena y un poco más baja que yo, sin embargo tiene un trasero muy bien formado y buenas tetas.
El día estaba lluvioso, sin embargo, había cesado por un rato la lluvia y yo había salido a la tienda, así que quise romper el hielo entre Susana y yo y le mandé mensaje para que saliera de su casa y platicaramos un rato bajo el árbol.
Cuando salió, estaba vestida con un vestido rojo muy entallado, al parecer se estaba alistando para ir a una fiesta o algo así.
Cuando salió, hacia un frío brutal y le pregunté que si no le afectaba, a lo que contesto, que estaba acostumbrada.
Después de sentarnos en una de las bancas debajo del árbol, empezé a ser más obvio con mis intenciones y tomaba cada vez más sus piernas, con el fin de que ella estuviera excitada y pudiera follarmela de una vez por todas.
Así que sin más, le dije que me gustaba mucho.
Nos paramos y ella me dijo que también le gustaba, así que me tomo de las mejillas y comenzó a besarme, sus labios de chiquilla callejera se sentían tan deliciosos que mis impulsos pedían más y más, a tal grado que empezé a meter mis manos debajo de su vestido, le pregunté si le ...

... molestaba y ella contesto que no, que en realidad le gustaba que lo hiciera.
Después de varios minutos besándonos, baje sus bragas y empezé a acercas más mis dedos al borde de su vagina, misma que apenas se estaba llenado de vello.
Le dije que quería cogermela y ella me dijo que también quería hacerlo, así que me senté en la banca, y saqué mi miembro de entre mi pantalón de mezclilla, ella se quitó por completo las bragas y se sentó en mi, ajusto mi pene en el borde de su vagina y con un senton, comenze a penetrarla.
Estaba húmeda y muy apretada, demasiado, y pensé que quizás le estaba doliendo, pero era tal su placer que cada vez me pedía más y más.
De pronto, vimos pasar gente, ella solo se ajusto, quedandose arriba de mi y me abrazo, simulando que solamente estábamos besándonos sin más.
Después de que la calle volvió a estar sola, seguimos con el acto, me levanté y nos paramos detrás del árbol, fue ahí cuando volteé a Susana y comencé a penetrarla una vez más, esta vez, ella se sostenía del mismo árbol.
Metí mi mano entre su brasier y pude tomar sus senos para seguí follandola hasta sentir que estaba próximo en correrme.
Al borde de la eyaculación, saque mi miembro y solté todo ese líquido seminal sobre el suelo.
Estábamos algo agotados, así que le di un beso, nos acomodamos la ropa y seguimos platicando un rato más hasta que se metió a su casa, no sin antes besarme apasionadamente mientras llevaba mi mano al borde de su vagina para palparla una vez más.

Ahora ...