CONOCIENDO UN NUEVO MACHO - Relatos Eróticos

CONOCIENDO UN NUEVO MACHO

Hola amigos, soy Camila con otras de mis andanzas.
Como necesitaba un empleado más en la finca, me ofrecieron tomar un muchacho muy joven que había llegado de casualidad por la zona y estaba necesitando el trabajo. Llego al día siguiente para la entrevista y me encuentro con un tipo que medía como dos metros, bastante relleno,  simpático aunque un poco tímido.
Su short deportivo viejo no podía contener su pedazo de verga que se sacudía al caminar, había encontrado un nuevo macho para mí.
Tuvimos una charla de 10 minutos con algunas preguntas básicas y ya estaba contratado. Al día siguiente estuvo a horario para comenzar a trabajar. Bastante desprolijo y sin la ropa adecuada, pero con voluntad ya que hacía todo lo que le indicaba el capataz.
El sábado, le indique que se quedara conmigo así le buscaba algo de ropa de trabajo. Así que nos fuimos y le compre la indumentaria y algo más. Al regresar lo hice que me ayudara con la limpieza del patio de mi casa y la piscina, donde aprovechamos de conversar un poco para conocernos, mientras yo pasaba la cortadora de pasto en bikini y el se acomodaba el bulto a cada rato mientras me observaba de reojo.
Cuando terminamos la tarea le dije que ya era hora de que usara su ropa nueva y descarte los trapos, pero para eso también debía ponerse prolijo él. Le ofrecí cortarle el pelo y aceptó.
Mientras estaba con tijera y máquina cortando, él no podía resistirse a desviar de vez en cuando su mirada hacia mis curvas, a mis pechos que se le ...

... sacudían frente a él cada vez que me movía. Su lindo pedazo ya levantaba el pantalón. Le pregunté por su barba y con pocas ganas acepto, por lo que también la corté.
Me pregunto si no me gustaban los hombres con pelos, a lo que le respondí que prefería con pocos pelos porque no juntan tanto olor. Me quedó mirando, como no entendiendo, lo miro y le digo que me refería a su parte íntima, pero no parecía convencido.
Le digo que se bañe y que de ahí lo esperaba a la piscina para descansar, le llevo un short de baño que le había comprado de regalo. Se demoró en regresar, ya me imaginé que se clavó una linda paja después de toda la provocación que le hice.
y ahí llegaba, con su pedazo de carne bien marcado en su short, yo disimulaba mi mirada con mis lentes de sol. Cuando ingresó al agua le dije que me esperara, que iría por unas cervezas y una picada que tenía lista. Salí del agua mostrando todos mis atributos que, con mi ropa interior o de baño casi transparente, no dejaban nada a la imaginación. Mi bikini rosa dejaba ver mis pezones erectos, y al agacharme a propósito para colocarme el calzado, mis labios quedaron bien marcados.
Al regresar, inicié la charla preguntando si estaba más cómodo así, con su nuevo look. Me responde que sí, pero que estaba acostumbrado a la barba. Seguí el hilo de la conversación y volví a tocarle lo de los pocos pelos (él tenía bastante en todo el cuerpo), hasta que le pregunté sin vueltas si él prefería una mujer con una concha muy peluda o algo ...