Un amigo de la secundaria me estrenó - Relatos Eróticos

Un amigo de la secundaria me estrenó

Hola amores. Quiero contarles de un amiguito muy guapo y con una hermosa polla que me la metió y abrió una nueva y linda puerta en mi vida. Una tarde estábamos jugando en una construcción inconclusa y de repente me tomó por detrás y me pegó su bulto en las nalgas. No me quité ni dije nada, él empezó a empujar por encima de la ropa y me abrazaba fuerte. Puso sus manos en mi cintura y me bajó el pantalón y la trusa, de inmediato puso su pene en la zanja de mi trasero y lo colocó en la entrada de mi orificio anal. Yo estaba paralizado y una gran emoción hacía saltar mi corazón del pecho, esperando lo inevitable y deseado con gran ilusión, o sea, ser desvirgado por Chucho. Me la empezó a meter poco a poco, yo una novata sin experiencia no sabía qué hacer y simplemente me abandoné a él. Mi ano era muy apretadito y sensible, él sacó lo que había me clavado de su pito y le puso saliva, volvió a intentarlo y esta vez entró todo su pene hasta el fondo de mi ser, me dolió pero aguanté pues sabía que la primera vez era así. Comenzó a moverse sacando su verga y metiéndola taladrando mi culo sin piedad, pues lo hacía con fuerza, su ritmo se aceleró en ...

... un par de minutos y me cogía con velocidad. Mi ano tardaba en dilatarse, pero yo aguantaba e instintivamente lo abría y empujaba mi trasero hacía atrás. Comenzamos ambos a gemir con fuerza y yo comencé a sentir un enorme placer acompañado de un raro ardor, pero contuve unos griticos en la garganta, quería soltarlos y que todo el mundo supiera que estaba cumpliendo un querido sueño. Chucho me siguió cogiendo unos minutos más y de repente explotó dentro de mí. Sentí que tocaba el cielo, unas pequeñas explosiones en mi entresijo y su semen tibio inundó toda mi intimidad. Así parados como estábamos nos quedamos quietos y gozando de lo mejor que puede pasar en el mundo que es el amor. Luego, su pene se puso flácido, lo sentí muy bien, pues estaba muy atento a todas las nuevas y maravillosas sensaciones. Me la sacó escurriendo de su propio semen, me acomodé trusa y pantalón y salimos a la calle. Yo deseaba tomarlo de la mano y besarlo, pero él parecía haberlo olvidarlo todo y hacía como si no hubiera pasado nada. Más tarde, me fui a casa y desde luego, casi no pude dormir pensando en esa tarde y ese meravillo pene. Ciao amiguitas, ojalá les guste.