CAMILA - INICIANDO A UNA AMIGA - Relatos Eróticos

CAMILA - INICIANDO A UNA AMIGA

Con una nueva amiga de aventuras sexuales, a quien comencé a incursionar en la zoofilia. Una mina de 19 años, amante de la pija como yo, insaciable y dispuesta a todo.
Llegamos a casa después de una noche de orgias con veteranos, le confieso a ella que seguía caliente, y ella me confirma que también. Estábamos en casa porque la invité justamente para que me vea actuar con mis perros. Le invite unos tragos mientras me fuí al baño a lavar mi culo para disfrutar de una rica culiada.
Dejo entrar a mi dogo que de inmediato me empieza a olfatear y buscar lamer mi concha; por lo que me ubico mejor y lo dejo hacer. Cintia me observaba mientras se saboreaba sus labios, mi dogo busca de montarme así que giro para ponerme en 4 y permitirle montarme de inmediato. Ya acostumbrado, su primera estocada me penetra de inmediato, se acomoda mejor y empieza a bombear con fuerza mientras yo me quejaba y gemía para el disfrute de Cintia.
Lo deje solo un rato para que Cintia vea como latía su verga en mi interior, y con su bola todavía al máximo, me saque la verga para mostrarle como se la chupaba. Ella miraba como me tragaba los chorros de leche, así que la invito a sumarse. Se puso dubitativa, hasta que se acercó, pero se la notaba nerviosa. Le fui mostrando y explicando, hasta que se animó a tocarlo mientras disfrutaba de cómo me lo devoraba. Se animó y primero apoyo su lengua para probar su sabor, luego de a poco se lo fue tragando, y valla que lo hacía bien.
En un momento me aparece mi ...

... mastín, listo para la fiesta como siempre. Sin perder tiempo me posiciono en 4 para que comience a lamerme mis agujeros y en un ángulo que ella pueda disfrutar de la vista mientras seguía chupando la verga. Cuando mi macho busca montarme, me dice que quería probar, pero le digo que mejor observe y después pruebe con el dogo, ya que la diferencia de tamaño de verga le podría pasar una mala experiencia.
Como ya había disfrutado de mi ensartada vaginal, y mi culo pedía verga a gritos, guié al perro para que me clave el culo con toda su fuerza. Empecé a gemir como loca del placer que me daba mi macho, y sin esperarlo, Cintia se acercó para chuparme las tetas de una manera riquísima. Cuando se quedó quieto el perro, le hice poner su mano en mi estómago para que sintiera palpitar la verga en mi interior. Luego le dije observa, y me quité la verga del culo, quedando descolocada al ver tamaña bola salir de mi interior. Pero sin perder tiempo, lo hago recostar y lo monto para continuar disfrutando de su verga en mi culo. Ella observaba como lo cabalgaba con lujuria, haciendo por momentos entrar su bola y volver a salir, estirando por completo mis tripas. Quedé agotada de mi orgasmo y nos pusimos a descansar un momento sin decir una palabra.
Al rato, como siempre mi mastín insaciable, buscaba su segunda descarga, por lo que me busco para clavarme nuevamente. Por lo que esta vez me acomodé en el sillón y subí mis piernas para que mi macho acceda a todo mi interior con su rica verga. Me ...