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Desvirgado en el bus
Fecha: 18/01/2024, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Rafael, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Este relato (real !) me pasó cuando yo tenía unos 16 años. Por ese tiempo, como todo adolescente, lo único en lo que tenía en mente era jalarme la verga. Por eso, siempre que salía del instituto ya iba con la calentura y las ganas de solo llegar a mi casa y jalármela hasta venirme, además de jugar con mi ano, por qué eso también me encantaba. El trayecto del instituto a mi casa (vivía en un pueblo) era bastante largo, de más de una hora, aunque podía tardar más por el tráfico. Encima, el camión se quedaba solo como a los 10 minutos después que yo me subía, porque pasaba por zonas despobladas hasta mi pueblo. Este día, por alguna razón, tenía más calentura de lo normal, mi pene se paraba constantemente mientras estábamos en clase y no podía concentrarme bien en las materias. Cuando las clases terminaron y me dirigía a la salida, no saludé a mis amigos, solo rogaba por qué el camión estuviera ahí, para poder irme rápido a mi casa. Y así fue, cuando salí el camión iba llegando, así que caminé rápido para alcanzarlo. Me di cuenta de que está vez no estaba tan lleno como de costumbre, aún había algunos asientos disponibles, no mucho, pero había. Me senté en el asiento del fondo, a la derecha, y un hombre se sentó al lado mío. Él tenía una complexión grande, bastante musculoso, moreno y algo sudado. Noté su paquete fornido y prominente. Traía una especie de saco negro largo. Puse mi mochila sobre mi pene para poder frotarme disimuladamente. Ya no aguantaba lo caliente, y ...
... así empecé a sobarme el pene. Según yo no se veía, ni era obvio, por lo que no estaba preocupado. Pasaron poco más de diez minutos y yo seguía entrado en lo mío, pajeándome a través de la tela de mi pantalón. Muchas personas se bajaron del camión, quedando prácticamente vacío. Sólo se quedó el hombre de al lado mío y dos personas ancianas algunos asientos adelante. De repente, el hombre me habló al oído. - "Te gusta pajearte detrás de la mochila... verdad ?" Yo me congelé, me sentía muy avergonzado y me disculpé, incluso intenté levantarme. Pero el no me dejó, abrió su saco revelando un pene grueso, moreno y peludo... Yo no podía despegar mis ojos de aquel trozo de carne enorme que tenía en frente. Lo tenía erecto, duro, con venas marcadas. La cabeza, grande y rosada, se destacaba del resto de su piel. Sus huevos estaban aún mas morenos y grandes. Nunca había visto un pene tan grande. - "Siéntate bebe... nos vamos a jalárnosla juntos... nadie nos ve". Yo tardé en reaccionar unos segundos, pero me senté sin quitar la mirada de su verga enorme. - "Te gusta mi verga, bebe ?... Puedes verla todo lo que gustes." El hombre tomó mi mochila y la puso en otro asiento, y luego comenzó a jalársela lento. - "No vas a sacarte la tuya ?..." Ni una palabra salía de mi boca. Solo bajé mi pantalón hasta las rodillas y descubrí mi pene erecto, que al lado del suyo era una historia diferente... Más pequeño y delgado, aunque los tonos de piel se parecían, el vello púbico era menos ...