1. Como me gusta darle las nalgas a mi suegro


    Fecha: 19/02/2024, Categorías: Infidelidad Tus Relatos Autor: brayan101869@gmail.com, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... casa, la había traicionado mientras yo le estaba chupando la verga a su marido.
    
    Él fue un poco más allá y agarró mi cabeza. Sentí cómo me metió su pene casi hasta la garganta. Era la sensación de que me estaba cogiendo la boca.
    
    Poco más de 10 minutos de puras chupadas, él me arrojó a la cama con brusquedad y me abrió las piernas.
    
    Me empezó a comer el coñito bien rico con su lengua a más no poder. Su lengua me llegaba casi hasta lo más profundo mientras saboreaba todo mi interior.
    
    Suegro: Tu coñito está bien rico. Ya quiero estrenar tu panochita, nuerita.
    
    Frotaba su pene ahora con mi vulva y ponía la cabeza casi a la misma altura de mi clitoris. Yo solo pensaba en que estaba cumpliendo mi sueño prohibido.
    
    Descubrí mis pechos y empecé a manosearlos mientras me agarrada los pezones con gran rudeza.
    
    Ya quería que lo metiera. No aguantaba que me estuviera ilusionando más.
    
    Yo: Suegro, por favor. Ya no aguanto más, empiece a coger el coño de su nuera.
    
    Suegro: Como eres de la familia ahora, te haré el favor.
    
    Sentí cómo su pene entraba poco a poco por completo. Fue una sensación tan placentera que no pude ocultar mi gemido.
    
    Tenía a mi suegro, arriba de mí, cogiéndome con su verga mientras hacía a un lado mis piernas.
    
    Lo siento, tito, pero el pene de tu padre ...
    ... se sentía muchísimo mejor que el tuyo.
    
    Él no solo me hacía sentir como mujer en ese momento, sino también como una puta y la verdad no estaba en contra de esa forma de pensar.
    
    De tantas veces que me dijo mi novio que metía a sus amantes a sus casas, y ahora yo me había convertido en otra.
    
    ¿Cómo no serlo? Si él metia su pene a lo bestia, cogiéndome como una puta y sin parar.
    
    Yo: Perdone suegra, pero la verga de su marido se siente tan rica.
    
    Me cogió en tantas posiciones que empecé a sudar como ningún ejercicio lo había hecho.
    
    Fue poco más de una hora y ya mi coño estaba más que usado por la vergota  de mi suegro.
    Suegro: Ya casi acabo. A ver, dónde va a querer esta puta que termine?
    
    Yo: Termine en mis nalgas, suegrito. Deje las nalgas de su nuera toda putita llenas de su lechita.
    
    Literalmente le rogué y me hizo caso. Sentí cómo esparció con su semen todas mis nalgas y cómo se resbalaba por mi coño.
    
    El sentimiento de culpa estaba, pero la calentura era más fuerte. Desde entonces, mi suegro siempre iba por mí y me daba un poco de dinero al final de cada ocasión.
    
    Terminé separandome de mi novio por rumores de que me había subido al auto con un hombre mayor.
    
    Pero mis nalgas le siguieron perteneciendo a mi suegro hasta que él se terminó yendo a otro lugar. 
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