Le mostré lo que quería ver - Relatos Eróticos

Le mostré lo que quería ver

... muchísimo. Al otro día me lo volví a encontrar ahí, cuando me vio corrió y se acercó a verme ya sabía lo que él quería y repetí el proceso de enseñarle mi verga con más descaro hicimos esto un par de veces más y cada vez disimulabamos menos hasta el pasaba en frente a mi casa para que lo viera que ya se iba para el río y yo iba después de él para disimular, y allá en el río a veces hasta incluso me bañaba completamente desnudo, con la verga parada y me tocaba frente a él pero de ahí nunca pasábamos, nunca nos dirigimos la palabra, solo el acto sensual de mostrarle la verga y huevos a sus todavía infantiles ojos y solo alguna vez me siguió cuando yo me iba pero caminé más rápido y lo dejé atrás. Jamás hubo otro tipo de contactos, ni el intentó otro tipo de acercamiento, solo su ardiente mirada de lujuria que me ponía a mil y me obligaba a jalarmela al llegar a mi casa, cada vez que nos veíamos que era casi todos los días.

Un día pasó algo diferente, yo estaba ya saben cambiándome de calzón frente a él mientras le mostrába mi vergota parada para que se deleitara cuando esta vez él se alejó un poco más, cruzó el río y del otro lado entre unos árboles y rocas me llamaba para que fuera yo me le quedé mirando sin saber que hacer cuando ví qué de pronto se puso de espaldas y se bajo ...

... su short con todo y calzón hasta las rodillas y se agachó enseñandome su enorme culote, ofreciendo para que lo cojiera, al parecer ya no solo se conformaba con verme la verga ahora quería probarla, estuve a punto de ir, la tentación era muy grande pero en aquel tiempo estaba muy joven no me sentí preparado y a pesar de que él era quien que me lo pedía, no creí que también estuviera listo para ello pues él apenas tenía 13 años y podría lastimarlo o causarle algún daño y luego su familia le preguntaría y no podría vivir con la vergüenza de que se supiera lo que le habría hecho, en fin tantas posibilidades de que terminará mal, que decidí marcharme rápido antes de caer en la tentación, meses después deje el pueblo para irme a la ciudad . 

Un par de años después un primo me contó que lo había sorprendido espiando a otro chico del pueblo mientras se bañaba en el río, en ese momento entendí que el chico, era un perverso que obtenía satisfacción en verle las vergas a los chicos, que lo que había hecho conmigo ahora lo hacía con cualquiera con tal de satisfacer su deseo y a menudo acudía ahí para darse gozo viendo con no sé cuántas vergas, no se si fui el primero que mostró la verga pero sé que le di un buen espectáculo y el lo disfrutó. 
¡Espero les haya gustado mi relato. Saludos!