Otro polvo infernal con Miriam - Relatos Eróticos

Otro polvo infernal con Miriam

Esa mañana Miriam volvió a llamarme para decirme que por la tarde estaría sola en su departamento. Después de mediodía mandé un buen pretexto a mi jefe y me escapé de la oficina, directo a su casa…Al salir del ascensor y llegar a su puerta, sentí bajo mis pantalones una dolorosa erección que pugnaba por salir.Miriam abrió la puerta y se sorprendió de verme allí tan rápido.Entré cerrando la puerta a mis espaldas y me abalancé sobre su voluptuoso cuerpo. Le comí la boca de labios carnosos mientras le acariciaba las tetas por encima de su blusa. Llevaba unos pantalones lisos pero ajustados, que le marcaban bien esa redonda cola perfecta.Ella alzó sus brazos y le quité la blusa. Sus tremendas tetas quedaron a mi alcance con esos pezones erguidos y duros…Miriam gimió y me ayudó a desabotonar sus pantalones ajustados para quitárselos; ya que eso no me resultaba nada fácil.Luego de arrancarle una diminuta tanga que llevaba, la arrinconé contra una pared y la abracé desde atrás, masajeando esas magníficas tetas…Mi mano se deslizó por su linda raja, buscando su pubis desde atrás. No me sorprendió encontrar sus labios vaginales ya bastante dilatados y totalmente empapados.Le hundí mis dedos y disfruté de sus gemidos de placer.Miriam lloriqueaba, suplicándome que no me detuviera y que la hiciera acabar con mis dedos. De repente su cuerpo se estremeció y sus rodillas parecieron no sostenerla, mientras se prolongaban los espasmos y jadeos de un intenso orgasmo.Apenas ella hubo recuperado ...

... el control de su cuerpo, giró y con destreza desabotonó mi camisa y mis pantalones. Rápidamente quedé tan desnudo como ella. Una enorme erección apuntaba directo a su labia humedecida…Miriam me empujó hasta caer sentado en un sillón, donde ella se puso en cuclillas para atrapar mi verga con su boca. Sus sensuales labios carnosos me provocaron un efecto electrizante.Esa mujer me lamía la pija desde la base hasta la punta para después succionarla por completo. Después volvía desaparecer casi completa dentro de su exquisita boca.La empujé por sus hombros hasta dejarla recostada en la alfombra; me ubiqué sobre ella a la altura de sus redondas tetas y empujé la punta de mi verga entre ellas; haciendo un movimiento similar a una penetración. Después de apenas unos instantes haciendo eso, sentí el cosquilleo y el ardor en la cabeza de mi poronga y entonces acabé entre sus tetas…Ella se deslizó hacia abajo, limpió mi verga por completo con su lengua y logró que poco a poco recuperara la dureza.Me incorporé y tomé a Miriam por la cintura, haciendo que se pusiera en cuatro. Ella sabía lo que yo anhelaba y por eso no había que decirle nada. Me arrodillé detrás de ella y la penetré sin dificultad. Miriam gimió de placer al sentir mi pija dentro de su humedecida y dilatada vagina.Me deslicé un par de veces suavemente dentro de su cuerpo y luego comencé a bombearla con más ímpetu. Le daba largas embestidas, mientras la sujetaba por las tetas desde atrás. Ella jadeaba y gemía suavemente, lo ...