Alura (Mis amigos del gym) - Relatos Eróticos

Alura (Mis amigos del gym)

Alura (Mis amigos del gym)
Hola bebés espero que se encuentren bien y que disfruten de mis relatos. Hoy les voy a contar una de las vivencias más cachondas que he tenido. Me da gusto saber que son de su agrado mis relatos y que ya al día de hoy he subido 10, con los cuales me han hecho saber que además de que los pongo calientes, a mi también me pone caliente que se exciten y lo más rico es que me escriban y me dejen sus comentarios, para mi el relatar es como una terapia, ya que me hacen sentir que fuera de los estándares de conducta, mi forma de ser no es liberal, sólo soy una mujer que disfruta de su sexualidad plenamente, además tengo la fortuna de ser asediada por los hombres y mi defecto es que no me puedo resistir, pues que le voy hacer, a quién le dan pan que llore.
El relato que les contaré es acerca de mi primer trío, espero les guste.
Como recordarán en mi último relato tuve en encuentro sexual con mi primo el güero y después de que pasaban los días, no me podía sacar de la cabeza a lo que había llegado al acostarme con alguien de mi propia familia y pensaba, Alura eres una enferma, pero bueno tanto me estuvo insistiendo mi primo y tanto que tenía ganas de portarme mal que accedí. Después de unos días me tranquilicé y sólo lo tomé como eso, como sexo casual y olvidé el tema. Con respecto a Hakim me escribió que había encontrado trabajo en Ecuador y que ya no regresaría a México, y yo, a pesar que había dicho que ya no me sentiría triste por un hombre la verdad ...

... es que sí me afectó saber que tal vez ya no lo vería, Hakim me cogía duro como me gustaba, era una bestia en la cama y en cualquier lugar donde me había hecho suya, su aguante, lujuria y por sobre todo su verga, era lo más rico que había probado, a veces sólo lo recordaba y la vagina se me mojaba y se me contraía como llamando de forma involuntaria a mi, a la verga de mi macho, aquella poronga como Hakim le llamaba a su tranca negra, pero para mi mala suerte tal vez no volvería a tener nunca entre mis piernas. 
Por unos días estuve pensativa y triste, cosa que mi esposo no pasó desapercibido y me preguntó que qúe me pasaba que últimamente me veía distante, a lo que yo le contesté que no me acostumbraba aún a la ciudad, lo cual no era cierto, pero no le podía decir el verdadero motivo, entonces mi esposo me dijo que me entendía pero que sólo era cuestión de hacer alguna actividad diferente para que no estuviera triste y me sugirió entrar al gym para que me distrajera, lo cual no se me hizo mala idea pues podría mantenerme en forma y quien sabe tal vez podría conocer algún prospecto, entonces le dije a mi esposo que sí, y decidí a entrar a uno de los gimnasios más populares de la ciudad, mi esposo me pagó la membresía y me dió dinero para comprarme ropa de gym.
Ya un poco contenta me dispuse a ir de compras al Mall de la ciudad, la verdad me gusto comprarme ropa deportiva, ya que me compre mucha ropa muy sexy como enterizos, monos, leggings y pantalones cortos los cuales se me ...