1. apretadita


    Fecha: 03/04/2024, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: rogy, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Antes de iniciar este relato 100% rel. He cambiado nombres y sitios y fechas. Trabajaba como maestro en un instituto femenino. Las niñas eran muy cercanas y yo las atendía a las horas de descanso y en la biblioteca, cuando no tenia clase. Soy un hombre mayor, casado con tres hijos, ya mayores. Mis alumnas están entre 14 y 17 años.  Pues bien dentro de esas chicas estaba Amparo. Una linda chica, de tetas grandes, piernas bien contorneadas, un culito prominente. Su rostro no era tan bien delineado pero su sonrisa irradiaba alegría y siempre estaba presta para hablar. Mi oficina estaba en un manzarda. Tenia su baño y una mesa para trabajo. Sobre la pared unas colchonetas para descansar. Allí subían mis alumnas a trabajar, Amaro era una asidua visitante. Por que tan sólito profe? me pregunto un día. Yo desprevenido le dije, pues aquí esperando alegría y compañía. Ella se quedo mirándome y me dijo si quieres yo vengo todos los días, en mis horas de descanso y después de almuerzo. Bueno si quieres. Se despidió  y me dio un beso en la mejilla. Mañana nos vemos.  Al otro día estaba corrigiendo algunos trabajos y de pronto alguien golpeo y pregunto si estaba ocupado. No sigue y cierra la puerta. Ella subió. Llevaba su jardinera, y una camiseta blanca. Su pelo recogido. Hola profe. Como esta? Bien. siéntate. Que necesitas. Profe podría ayudarme con un ejercicio que no entiendo? Claro. Nos sentamos, uno junto al otro. Olía muy rico. Así se lo hice saber. Gracias profe. Le gusta? me ...
    ... pregunto. Si es muy exquisito. En un momento le dije que siguiera solo y fui al baño. Cuando volví me hice por detrás y veía lo que estaba haciendo. Me agache a corregir algo y la roce con mi verga en su espalda. sentí que ella se apretaba contra mi. Volteo su rostro y me miro. De pronto me dio un meso suave. Se rio. Y le dije que no podía volver a suceder. Yo era su profesor y ademas podría ser su padre. ella se rio. Y me dijo. Acaso no le gusto? No es que no me guste. Es que no debe pasar esto. Me retire y le dije: es mejor que baje. Ella cerro su cuaderno y al despedirse volvió a besarme en lo labios y esta vez saco su lengua y la introdujo su lengua en mi boca. Créanme. Uno es hombre y no es de palo, como dicen. Le respondí el beso. Me abrazo, se apretó contra mi y yo la abrase. recorrí su espalda y apreté su culo. Subí su jardinera y sentí que no llevaba pantaloneta sino un hilo dental. Mi verga reacciono y se la arrime. ella ya gemía. Nuestras lenguas se entrelazaron y estaban en batalla. Metí mis dedo en sus nalgas, corrí su hilo, sobre su esfinter, lamí mis dedos y volví tratando de meter un dedo. Lo logre. Ella gemía. Sigue profe, sigue, por favor eso me gusta. Sobe sus tetas por encima de su blusa. Estábamos en esas cuando sonó la campana. Me separe inmediatamente y le dije que bajara a almorzar. Mas bien después hablaríamos. Así o hizo. Yo fui al baño, olí mis dedos y bañe mis manos. Baje al comedor. Nuestras miradas se encontraron. Nos sentamos en la misma mesa pero ...
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