Muy satisfecha por esa noche - Relatos Eróticos

Muy satisfecha por esa noche

Hola, soy Romina y uso la cuenta de mi marido, Nacho. Tengo 28 años, soy rubia, con un cuerpo que mi marido y otros amantes dicen que es una gloria, tengo ojos azules y soy bisexual y muy puta. Nacho, 30 años,  tiene un cuerpo de dios, altos de pelo oscuro y ojos de un increíble color miel. Es tan bisexual como yo, degenerado e imaginativo que es el alma de las fiestas de sexo que tenemos. Nos reunimos hace dos sábado en una casa quinta de uno del grupo. Marta y Roberto, Nora y Luis, Rubén y Clara y nosotros. Nora es hermana de Roberto y Clara fue compañera mía en la escuela.
Después de beber unas copas y proyectar sexo, formamos parejas para iniciar el juego Roberto y Nora, los hermanos, fueron los primeros en acordar cojer, Marta pidió que la coja su cuñado Luis, yo que sigo caliente con Rubén directamente me arrodillé y comencé a mamarle la pija. Ignacio se quedó con Clara y le gusto poco la cosa.
Nuestros machos se portaron como lo que son y nos llenaron las conchas con esas lechitas tan ricas y abundantes. Nos impusieron que chupáramos las conchas unas a otras para bebernos las leches de ellos. Roberto y Rubén tiene el ...

... glande afuera por su religión, Luis e Ignacio son cristianos. A todas nos gustan las vergas circuncidadas, así que me apuré a elegir la de Roberto que tiene un gran tamaño y un gusto exquisito. después de nuestra conchas fueron chupadas las porongas de los machos.
el tercer paso fue entregar el culito para ser roto por los machos. Elegí a Luis porque la tiene larga, que me va a dejar un agradable dolorcito suave en el interior de mi vientre que tendrá muy caliente por 8 o 10 días, además bastante angosta por lo que no me a a dejar el ojete ardiendo.
Para completar el placer llegó el momento homosexual al que todos somos afectos. Me fui con Marta que tiene una tetas divinas,  Ignacio se apuró en elegir a Luis por las mismas razones que yo y a Roberto por la belleza de su poronga. No me fijé como se organizaron los otros porque estaba muy ocupada con Marta y con el revoltijo que se armó de cuatro mujeras calientes chupando y refregándose entre nosotras.  Cuando llegamos a casa muy felices nos acostamos sin ducharnos para seguir sintiendo el olor a sexo que tanto nos gusta. Besos y gracias por aceptarme como nueva en este hermoso espacio.