Cuando mis padres contrataron a Yeneila
Fecha: 21/11/2018,
Categorías:
Microrelatos,
Autor: tonyjmg, Fuente: CuentoRelatos
Todo comenzó el día en que mis padres contrataron a Yeneila para el servicio doméstico de limpieza de la casa. Era una mujer de casi 40 años, una mujer mayor para mí que tenía 18 en ese entonces, La Sra. Yeneila era muy conversadora conmigo, no las llevábamos bien, soy el hermano de en medio y era más apegada a mí y me tenía más confianza que al resto de mis hermanos.
Era una mujer de buen ver, algo baja, con una cintura media, senos medianos y eso si... brazos y piernas gruesas, rayando en musculosas. Una tarde, hablando con ella le pregunté el por qué de sus piernas y brazos fuertes? Ella se sonrió y contestó...
-Lo que pasa Luis, es que en mi adolescencia practiqué Judo.
-En serio? -respondí algo incrédulo.
-Sí -me dijo ella... fíjate que hasta fui del seleccionado regional y hasta fui a campeonatos nacionales, pero luego mi padre murió y por motivos económicos ya no pude continuar con aquello -me dijo ya en un tono de tristeza.
Yo le dije en ese momento...
-no te pongas triste, lamento eso de tú padre, estará orgulloso de ti en donde se encuentre.
Ella tiernamente se sonrió y me abrazó sin yo esperarlo, me dijo:
-gracias, es muy tierno de tú parte.
Yo en ese momento quedé algo desconcertado y luego no dejaba de pensar en lo sucedido. Transcurrieron los meses y llegaron las vacaciones y mis hermanos se fueron donde un tío a vacacionar; yo quedé en casa como castigo porque me quedaron materias pendientes y debía reparar. Yeneila y yo quedábamos ...
... solos en casa ya que mis padres trabajaban durante el día, yo notaba que ella estaba muy conversadora y cada vez que tenía chance me abrazaba y hacía llaves de lucha para luego decirme...
-algún día te demostraré quién manda en la arena.
Eso tocó mi hombría y un de esas veces le respondí...
-cuando quieras te demuestro lo contrario (todo esto, confiado en mí fuerza de hacer barras paralelas y multifuerza)-
Me dijo:
-ven y demuéstramelo ahora -mientras dibujaba un círculo con una rama en una jardinera que quedaba en el patio de nuestra casa. Me recalcó las reglas...- todo lo que debes hacer es sacarme de este círculo o inmovilizarme en el piso y que yo no pueda moverme.
-Ok -le dije... que comience el juego.
Lo primero que hice fue tratar de simplemente empujarla por los hombros fuera del circulo... craso error... ya que me tomó por uno de los brazos se los paso por el hombro, dio un giro, se medio agachó, me pasó por encima de su espalda y... cata plum... estaba yo fuera del círculo, mientras ella se reía de mí. Me levanté y le dije...
-otro intento.
-ok... -me dijo ella.
Esta vez fui más cauto y pensaba bien mis movimientos, hice un amague de tomarla nuevamente por los hombros, ella me tomó solo de la mano, intentó girarme de nuevo, pero como ya me lo esperaba, la tomé con la otra mano de la cintura e intente con una pierna que perdiera el equilibrio... no fue tarea fácil, porque sus poderosas piernotas hacían mucha resistencia y al ver que no ...