Si sonrió, se la comió - Relatos Eróticos

Si sonrió, se la comió

Mi abuela era fatal, siempre fue mi directa y dejó en claro que una mujer siempre quiere cojer pero el tema es con quién.
Ahora puede pasar que alguna vez el hombre no sea el deseado pero en sus dichos o forma de actuar se va haciendo querer hasta que de tanto querer la puede meter 
Otro dicho de mi abuela es que mujer que sonrió, se la comió. En referencia a los hombres simpáticos y divertidos que siempre logran meter aunque una no sea su mujer 
Estando en Brasil de vacaciones con mi esposo, era común que.fueramos una quincena a Arrecife y ahí prácticamente yo no salía de la playa o el agua en todo el día.
Una vez un moreno no muy lindo no recuerdo cómo pero si que al rato estábamos hablando y yo no paraba de reír de sus ocurrencias y comentarios 
Nunca insinuó nada de sexo o de intensión de algo, pero sin saber cómo me fui relajando tanto que le pedí de conocer su cabaña y allá fuimos 
En el camino y riendo abrazados me beso. 
Mi esposo solía venir a la playa a la tarde y eso me daba buen tiempo para estar sin apuro.
Por suerte llegamos a su cabaña ya que unos cuantos metros antes me había hecho sacar el top y estaba con mis pezones duros apuntando hacia adelante 
En el último tramo ya lo había tomado de su verga gruesa, por sobre su malla, y lo llevaba riendo como si fuera otro brazo
No sé cuándo se sacó la malla pero cerré la puerta apurada ya que estaba desnudo y su erección ...

... era muy notable ya que bailaba sacudiendo todo
Jugando y riendo me acostó y mi risa se fue para dejar salir a mis gemidos por su chupada que me hizo volar 
Agradecida por un buen rato me dedique a comer ese palo grande y jugoso hasta dejarlo brillante de saliva
Cuando empezó a entrar lo sentí. Lo mire con tanto cariño como una mujer mira al hombre a quien le da entrada libre y lenoedi suavidad
Me dolió porque me estiraba pero fue tan hermoso que solo pude gemir en estado casi inconsciente con la piernas en sus hombros y su boca comiendo mis pezones mientras seguía llenando mi concha más allá de lo imaginable.
Me orine dos veces y estaba sin voluntad propia dejando que el me haga de todo 
Así fue como pensé que no era buena idea cuando me puso boca abajo y se subió a mi espalda. Jamás pude decir nada que no sea pedir que no me lastime y dejar que me abra el culo en dos hasta llenarme de leche caliente que me hizo acabar.en cadena.hasta.que la sacó 
Fue tanto y tanto placer que termine llorando por primera vez de gusto 
Me dolía todo. Me salía leche por todos lados y mis piernas no se sostenían
Una hora después le pedí que me acompañe a la playa porque quería estar donde siempre cuando llegare mi marido.
Me dejó y yo dormí por más de.tres.horas al sol, agotada.
Cuando desperté mi marido estaba a mi lado. Me senté y lo bese con algo de culpa ya que sentía uy abierto mi ano todavia