Pagando con la misma moneda (I)
Fecha: 21/11/2018,
Categorías:
Transexuales
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... sentía una mujer total.
Cuando llegue al súper, baje de mi auto y me dirigí a tomar mi carrito contoneándome coquetamente, veía de reojo como me volteaban a ver los muchachos y me sentía encantada, hice mis compras como cualquier ama de casa y sonreía a los muchachos que me miraban, me sentía muy excitada y notaba como se humedecían mis pantaletas en mi entrepierna, pague mi cuenta y un muchachito que llevo los bultos a mi auto cuando le di su propina me dijo "gracias señorita", en ese momento me sentí muy especial ya que estaba pasando como una verdadera mujer.
No quería regresar a la casa aun, ya eran como las cuatro de la tarde por lo que decidí ir a comer algo, hasta ese momento no había tenido la necesidad de hablar y me dio temor que pudieran identificarme por mi voz, quiero aclarar que siempre había tenido la voz aguda y hasta cierto punto aniñada, muchas veces me confundían cuando hablaba por teléfono con una mujer, por lo que mi temor se disipó y pensé que si la hacia de una manera femenina no se iba a notar, escogí un restaurante con valet parking para no tener problemas, muy atentamente el valet me abrió la puerta, tome mi bolso y baje del auto muy coquetamente dejando al muchacho con los ojos cuadrados, ya que como tenia la faldita subida me vio hasta la pantaleta, todo turbado me dio mi ticket y le di las gracias con una picara sonrisa satisfecha por las sensaciones que seguramente le había provocado.
Cuando iba a entrar al restaurante me di cuenta que ...
... en el bar que estaba en la entrada, tocaban música en vivo muy romántica y además había un letrero que decía que era la hora feliz por lo que decidí meterme en el lugar, estaba a media luz y con un ambiente muy agradable, me senté muy coquetamente cruzando la pierna y no pude evitar que mi faldita subiera enseñando una buena porción de mis muslos, el mesero se acerco y haciendo mi voz lo mas femenina posible le ordene una piña colada, cuando regreso traía dos vasos de mi bebida ya que como les dije era la hora feliz, rápidamente tome la primera, realmente era lo que necesitaba, el día había estado muy excitante y tenia que calmarme un poco, cuando estaba tomando la segunda me fije que un señor guapo bien vestido que estaba en la barra sentado frente a mi levantaba su copa brindando conmigo, tímidamente conteste levantando la mía que apure hasta el fondo, de pronto el mesero me llevo dos piñas coladas mas, le dije que había un error ya que no había pedido mas, pero me dijo que el caballero de la barra me las mandaba, como ya estaba desinhibida por lo que había tomado sintiendo un extraño cosquilleo en mi entrepierna lo mire con una coqueta sonrisa y levante mi vaso para agradecerle el detalle, en menos de que se los cuento ya lo tenia sentado junto a mi ya que el asiento era corrido y me pregunto casi al oído que si me podía acompañar, asombrada por su atrevimiento le sonreí y sin mas le dije que si y me dijo "No puedo creer que una linda mujercita este tomando tan solita", ...