Domingo a la noche a puro Tabú
Fecha: 22/04/2024,
Categorías:
Incesto
Tus Relatos
Autor: Vicky T, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Hola, como están. Quiero contarles un secreto anónimamente porque es muy fuerte pero no lo puedo confesar en ningún circulo, ni siquiera con mis más intimas amigas.
Me presento. Soy Victoria, tengo setenta años pero debo decir que los llevo bien puestos. No hago gym, nunca hice nada de eso pero vaya a saber por qué designio de Dios he sido bendecida con un organismo privilegiado. Mido casi un metro setenta (un par de centímetros menos), soy morocha de cutis blanquecina y afortunadamente nunca he tenido problemas con la caída de cabello. Ese creo es uno de los secretos de la belleza femenina. No perder el pelo y tenerlo largo, lacio y bien cuidado es una distinción que llama la atención de los hombres a cualquier edad de la mujer. No cultivo deportes ni tengo afición alguna a los ejercicios físicos (al contrario, soy profesora de matemáticas y ciencias físicas) pero si debo admitir que siempre he tenido cuidado por mi pelo. Mucha peluquería y mucho maquillaje a la cara. Soy coqueta, me gusta vestir bien y por suerte no tengo arrugas a pesar de mis siete décadas. Mi cuerpo siempre fue igual desde que desarrollé mis atributos. Soy bastante flaca pero tengo mis músculos. Mis piernas lucen bien, tengo una colita que en mi juventud llamaba la atención y siempre he tenido buenas gomas. Mis medidas históricas hasta hoy son algo asi como 90 (tal vez un poquito mas), 60-90. No soy exuberante pero tengo lo mío para mostrar.
Mis amigas y también varios alumnos de la facultad y el ...
... instituto donde dicto clases en Mendoza, Argentina, me dicen que en realidad parezco de diez años menos. Incluso alguno me ha dado menos de sesenta. Un estudiante medio osado se quiso tirar un lance conmigo hace diez años atrás y me dijo que yo era una "Milf" que estaba bien buena. El chico pensó que yo tenía en esa época entre 45 y 48 años cuando en realidad tenía sesenta, cosa que a mi me gustó mucho, aunque no me animé a más con el muchacho.
No tenía en claro entonces que era eso de las milfs, así que averigüé primero por internet y luego consulté con las amigas de mi edad. Cuando descubrí el significado de la sigla me entró curiosidad y empecé a mirar algunas páginas porno de internet. No soy mojigata pero tampoco soy una reventada. Recuerdo que miré porno en mi juventud (en los 70 y 80) pero estaba entonces un poco desactualizada sobre el cine triple XXX. Me llamó la atención ver como la industria se volcó al género milf y me resultó estimulante empezar a ver ese tipo de películas en un momento donde mi vida sexual estaba inactiva. Relaciones de madre del amigo, vecina madura, madrasta e hijastro, profesora-estudiante (que lindo, me sentí identificada) y hasta las más audaces de madre e hijo me empezaron a gustar. Mis amigas casadas no tenían idea de eso, pero una amiga divorciada que salía con chicos jóvenes me dijo que me metiera en ese mundo para empezar a dar rienda suelta a mi imaginación. En principio, jamás pensé en cogerme a mi hijo, pero poco a poco, la falta de ...