Una oficina con vistas
Fecha: 21/11/2018,
Categorías:
Fetichismo
Hardcore,
Autor: johnca, Fuente: xHamster
Habían pasado unas semanas desde que teníamos secretaria nueva. Realmente se había vuelto imprescindible para mí, y no sólo por su trabajo. Nadie más de la oficina lo sabía, pero algunas tardes nos teníamos que quedar a hacer horas extras, pero no era precisamente para adelantar trabajo.Desde aquella entrevista me había quedado claro que nuestra secretaria no era ninguna mosquita muerta y eso la volvía cada vez más atractiva.La cara que puso cuando le dije que tendríamos que "acabar un trabajo" aquella tarde no dejaba lugar a dudas. Seguro que estaba deseosa de llamar a casa diciendo que tenía que quedarse hasta tarde. De hecho, en ocasiones lo hacía delante mío, diciendo "este jefe es un cabrón, me obliga a quedarme y me amenaza con despedirme" mientras me miraba a los ojos con malicia.Esa tarde la gente se fue y nos quedamos solos. Esperamos los diez minutos de rigor y me levanté a cerrar las cortinas. Pero automáticamente ella se levantó y volvió a abrirlas, al tiempo que movía una mesa contra la ventana más grande. Y me dijo "quiero que todos vean lo bien que se trata aquí a las secretarias".Entonces se desvistió, quedándose tan solo con un conjunto de encaje negro, medias y tacones, el clásico kit de secretaria sexy. Se subió a la mesa, se puso a cuatro patas mirando hacia la ventana, e invitándome con la mirada me dijo "el trabajo no se va a hacer solo, jefe".Así que me acerqué, le di un bocado en una de sus nalgas y respondió con un gemido de sorpresa. Acto seguido le ...
... bajé las bragas lo justo para poder lamer toda su entrepierna y comprobé que haberse expuesto frente a aquella ventana la había humedecido mucho más de lo acostumbrado. A aquella chica traviesa le gustaba exhibirse, los vecinos iban a tener un espectáculo gratuito, y después de un rato dejando que la lamiera, consideró que los vecinos merecían otra postura.Se dio la vuelta apoyando la espalda contra el cristal y abrió las piernas retándome: "a ver si además de verme, consigues que me oigan", mientras ponía su mano sobre mi cabeza indicando lo que quería. Por el camino aproveché para mordisquear sus duros pezones y no pareció m*****arle en absoluto mi parada técnica.Después seguí bajando e hice trabajar la lengua lo mejor que pude. Sin duda debieron de oírla, pero no subió ningún vecino a quejarse. De hecho, pude echar algún vistazo y creo que alguno se quedó admirando el espectáculo.Como no teníamos mucho tiempo, se bajó de la mesa, la apartó y se puso cara al cristal, sacando el culo y apoyando las manos en la ventana. "Acaba el informe ya o acabará viniendo la policía, quizá para unirse a la fiesta", me dijo. La agarré del pelo, que llevaba colgando en una trenza, y la aplasté contra el cristal mientras la embestía y ella respondía con jadeos de placer. Sin duda le encantaba ser el centro de las miradas de los transeúntes que pasaban, suficientemente lejos como para no reconocerla. Así que se corrió incluso antes que yo, y se quedó un rato más allí apoyada contra el cristal ...