1. Ana y el jardinero


    Fecha: 21/11/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Hardcore, Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... esa edad y esa diferencia de clase social...“Qué pija increíble tiene, Don Anastasio, por favor no pare” Le supliqué.El jardinero acelero el ritmo y comenzó a taladrarme de una manera inigualable. Yo no podía creer la virilidad de este hombre, el golpeteo de sus caderas contra mis nalgas eran lo único que se oía en la habitación, solamente interrumpido por algunos gemidos míos…Me hizo acabar en menos de diez minutos, pero él todavía seguía erecto y sin signos de cansancio. Cuando notó mis gemidos orgásmicos, se quedó quieto unos instantes, enterrado todavía en mi vagina. Luego se salió con suavidad y vi de reojo que tomaba un frasco de aceite humectante.Lo esparció por mis nalgas y mi ano, penetrándome para ello con dos de sus dedos callosos.“Por favor, por ahí no!!!”. Le supliqué: “Usted la tiene demasiado grande”.“Señora, no se preocupe, al principio le va a doler bastante, pero después me va a pedir que no se la saque más”. Me respondió sonriendo.Efectivamente fue así. Primero me dilató un poco más la entrada anal con su dedo pulgar, que era enorme y luego me hundió toda su poronga, sin ningún tipo de delicadeza, de una sola embestida brutal y salvaje.Creí que iba a morirme del dolor, por la brutalidad con que lo estaba haciendo; sentí que me ...
    ... había desgarrado el ano pero tuve que darle la razón, después de varios minutos la sensación de placer era inigualable.Cuando se cansó de sodomizarme me desató, me hizo sentar frente a él y me obligó a chuparle la pija. Me tomaba de la nuca y me la hundía hasta la garganta, era muy bruto en sus gestos y eso me excitaba todavía más, que me maltratara así. Yo se la comía con más gusto…Sin hacer ningún tipo de anuncio me empezó a llenar de semen mi boca. Podía sentir la potencia de sus descargas pegando furiosamente en mi paladar. Me dejó descansar por un momento, mientras él se iba al baño.Creí que todo había terminado, pero me equivocaba. El hombre era un verdadero semental, un padrillo fuera de serie que seguía con la pija bien dura después de semejante descarga en mi boca.Me cogió hasta la mad**gada, abusando de todos mis orificios con su pija bien dura y en todas las posiciones imaginables. Yo estaba tan maravillada con su verga que no podía resistirme. Me entregué a sus deseos sin pudor.Desde esa ocasión, hasta que nos mudamos al exterior, cada vez que Don Anastasio venía a trabajar en el jardín, hacía lo que se le antojaba conmigo. Era algo tan poderoso que doblegaba mi voluntad, realmente nunca más pude rechazar el disfrutar de su tremenda verga… 
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