Relatos eróticos Mi esposa Alicia 1 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos Mi esposa Alicia 1

Hola muy buenas noches les queremos contar nuestras vivencias, por éste medio por qué podemos decir todo asegurados en el anonimato.

Yo soy Manuel con 52 años de edad, contador de profesión con 1.70 de altura de tez blanca, pelo y ojos negros. Mi esposa se llama Elsa con 50 años que no aparenta, de 1.50 de altura tez blanca, pelo largo castaño, ojos marrones y de muy lindo cuerpo.

Tenemos 2 hijos que terminando su profesión, y están haciendo sus trámites para probar suerte en el extranjero, por lo cuál nos endeudamos aparte de vender algunas de nuestras cosas para costear su viaje y sus gastos colaterales.

En éste mismo tiempo estoy terminando mis trámites de jubilación, esperando recibir pronto dinero para cubrir con algunas deudas que se me están acumulando.

Estaban en mi casa toda la familia con llanto y lágrimas despidiendo a mis hijos y así se mantuvieron en todo el recorrido al aeropuerto por considerarlos muy educados amorosos y emprendedores.

Nos prometimos mutuamente cuidarnos, comunicarnos y llamarnos por  cualquier eventualidad positiva o negativa.

Regresamos encontrando sólo soledad en nuestra casa, teniendo que ir a ayudar en los siguientes días a su hermana en su negocio para despejarse y yo llevaba una que otra contabilidad generando también un pequeño ingreso.

A los 2 meses recibí mi dinero por la jubilación y sin pensar mucho enviamos una parte a nuestros hijos.

Después estuvimos pensando que hacer con el dinero restante y lo primero ...

... que acordamos fué poner un negocio.

Cómo nunca hemos tenido uno, y no sabemos cómo se maneja, lo único que si sabemos, es qué no debería ser cómo él de su hermana por ser muy esclavizado.

Barajamos varios negocios y entre ellos hubo uno en el cuál trabaje y vi que era tranquilo y rentable. Era venta de juegos de salón y para nuestra edad calzaba perfecto acudiendo al proveedor para que amplíe nuestro conocimiento.

Vimos que era buena idea, sólo que requería todo nuestro dinero, pero no era muy complicado para manejarlo y con poco personal y horario fijo.

Con el asesor que le hacía ojitos a mi esposa conseguimos el local y adquirimos todos los artículos para nuestras ventas, aunque firmando deudas para pagar luego. 

Inauguramos el local a toda pompa orgullosos de nuestro logro con familiares, amigos, el asesor y nuestros 2 asistentes.

Acordamos ser socios, ella secretaria/vendedora y yo gerente/contador y no diríamos que éramos esposos para facilitar la venta.

El primer mes terminamos desanimados por asistir todos los días, sonriendo a todos los que ingresaban a consultar y no lograr ni una venta.

Sabíamos que así son los negocios al iniciar y antes de terminar el segundo mes vendimos dos productos, pero la alegría nos duro hasta el el 4to mes en que no vendimos nada teniendo que despedir a un asistente.

Llegando al plazo que con pena decidimos cerrar si no volvemos a vender nada, entró un negro de 2 metros muy corpulento de +/- 60 años qué de no ser ...