Mi sobrina Celine y Yo - Hora del postre. - Relatos Eróticos

Mi sobrina Celine y Yo - Hora del postre.

... ano, sentí como mis sentidos se estremecieron y lo único que atiné, fue a darle una apasionada chupada.Después de las primeras lamidas y chupadas de culo que le dí, Celine comenzó a dar pequeños gemidos, los que me hicieron perder el control y empezar a chuparle la raja con más desenfreno.- Tienes el culo exquisito, Celine… no puedo creerlo!- Ay tío que rico!! Chúpame toda la raja!Ella solita se abría los cachetes para que le pasara mi lengua a todo lo largo de su culito y cada vez que bajaba hasta su concha podía sentir el delicioso olor a sudor, a suciedad, a meado, etc. Era un festival de sabores y olores, que me abrieron aún más el apetito y despertaron al a****l dentro de mí.Aprovechando que mi sobrina tiene un cuerpo pequeño y menudo, la tomé con firmeza y con cuidado la voltee, dejándola de frente a mí con sus piernas abiertas, las cuales levanté e inmediatamente me abalancé sobre su concha apestosa y cremosa, tal cual como un perro que no ha comido en semanas se abalanza sobre un plato de comida.Mi lengua la tenía metida hasta el fondo de su estrecha vagina, mientras que con los dedos de una mano, acariciaba y frotaba su clítoris, con los dedos de la otra, se los metía por su sucio y hediondo ano.Celine gritaba como una puta en celo, y al levantar mi cara observé que en su carita solo habían muecas de placer, y como sus gritos eran demasiado fuertes, tomé el calzón que aún colgaba de su tobillo y se lo metí en la boca.Después de eso, sin sacarle los dedos del ano, ...

... los cuales metía y sacaba con mucha fuerza, sin importarme si la lastimaba o no, le metí los dedos de mi otra mano por su concha, mientras chupaba y apretaba con mis labios su clítoris, estando así un largo rato. Su cuerpo lo levantaba de la mesa, como si estuviera poseída por el demonio y con su muslos presionaba mi cabeza, hasta que en medio de convulsiones, Celine se fue cortada.Levanté mi cabeza y le saqué mis manos de encima, luego de eso caí desplomado sobre la silla y me quedé observando como el pequeño cuerpo de mi sobrina se retorcía sobre la mesa, intentando recuperar el aliento.Al ver tan hermosa escena, me bajé el pantalón y el bóxer y comencé a masturbarme. Cuando estaba a punto de eyacular, me paré y acerqué al cuerpo de Celine. La tomé de su cadera y la arrastré hasta el borde de la mesa, enseguida abrí sus piernas y comencé a frotar mi erecto pene desde su ano, hasta llegar a su clítoris, y debido a lo rico que se sentía el roce de nuestros genitales, terminé eyaculando potentes chorros de semen que cayeron sobre su barriguita, parte de su jumper y blusa.Inmediatamente después de acabar, mientras recuperaba el aliento luego de tan placentero orgasmo, le quité el calzón de la boca a mi sobrina, me subí sobre ella y comencé a darle besitos por todo su cuello y parte del pecho. Justo cuando desabrochaba los botones de su blusa, escuche los sollozos de Celine. Al mirar su carita, vi como sus ojitos estaban rojos y algunas lágrimas comenzaron a escapársele.- Mi niña, ...