1. Un accidente con mi padre


    Fecha: 22/11/2018, Categorías: Incesto Autor: Saull69, Fuente: CuentoRelatos

    ... entradas y salidas, primero con un ritmo lento, y luego aumentando la velocidad de estos. La fricción que tengo con su pene, hace que empiece a sentir la sensación de un orgasmo, trato de moverme para sentir la penetración más profunda, y me dispongo a su dominio para sentir de lleno mi chorreada, mis manos toman uno de mis pechos y se lo ofrezco en su boca, me mama con mucha fuerza, cuando siento que me vacío una y otra y otra vez; tuve tres largos orgasmos continuos, que hasta se me acalambraron mis piernas, mi cuerpo temblaba, mientras papá no dejaba de meterla y sacarla con cierta violencia.
    
    Al darse cuenta que había tenido mis orgasmos, sus movimientos se hicieron muy lentos, pensé que él también se había vaciado, pero no había sentido la salida de su semen, y me recuesto en su pecho, mientras él seguía metiéndola y sacándola muy lentamente; después de unos largos minutos, nos giramos hacia un lado de la cama, primero para quedar de lado y volvemos a girar, para quedar yo por debajo de él, en posición del misionero.
    
    Con media verga metida en mi vagina, papá toma con sus manos mis pechos y los empieza a masajear, a chupar, a mamar y a morder. Luego empuja hasta el fondo su dura verga, bombea, luego en forma circular y vuelve a bombear, así por algunos minutos, mientras yo solo espero que eyacule dentro de mí. Después de varios empujones, me toma de las piernas y las eleva hasta sus hombros, quedando mi vagina expuesta a las duras embestidas que me daba, y ...
    ... penetrando profundamente.
    
    Después de unos minutos de tenerme así, vuelve a tomar mis piernas y las pone en la cama, quedando mi cintura para abajo y de lado, y papá hincado, bombeando frenéticamente. La fricción que daba su verga sobre mi clítoris apretado por mis piernas, me causaba una excitación enorme, que después de un rato escucho, que de su garganta salen sonidos ahogados de placer, clara señal de que estaba por chorrearse.
    
    Cada vez que retumbaban esos sonidos por la habitación, mi excitación iba en aumento, hasta que siento un chorro hirviendo que recorre mis entrañas, acompañado de un quejido de deleite; en ese momento tengo un orgasmo muy largo. Siento otro chorro de semen y vuelvo a tener otra chorreada. En total, recibo dentro de mi vagina, varios chorros de líquido candente, y mi organismo correspondía en multiorgasmos; cuatro fueron las veces que me vació, y a pesar que la noche era fresca estábamos cubiertos en sudor. Papá bajó el ritmo de las estocadas, y se recostó sobre mí para besarme en mi mejilla, y pronunciar las únicas palabras que se dijeron durante el acto sexual:
    
    - Gracias mi amor, no sabes cómo lo necesitaba, te quiero mucho.
    
    - Yo también lo necesitaba y también te quiero mucho.
    
    Se acostó a un lado mío, y volviendo a abrazarme fraternalmente se durmió. Yo no pude conciliar el sueño, porque me la pasé pensando que había cometido el pecado más grande del mundo.
    
    Por la mañana, escuché a papá que estaba en la cocina, y aproveché para meterme a ...