1. Buenas hermanas


    Fecha: 23/11/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Chaneque01, Fuente: SexoSinTabues

    ... detrás de mí y me hizo una paja. Mientras sólo se oían los gritos de Magdalena pidiendo que parara lo cual hacía que me excitara mucho más y sentía como mi verga vibraba en las manos de María. Ésta mamó mi verga hasta que salió leche la cual ella tragó toda, sin dejar nada a su hermana. Luego nos vestimos y las dejé cada una en su casa. No hablamos durante el camino de regreso pero quería decirles que había sido la experiencia más gratificante que había tenido, quería darles las gracias por alojar mi polla en sus micos y culos. Pero no lo dije. Supongo que ellas estaban agradecidas por la noche de fantasía que vivimos, al menos eso espero; no lo repetimos los tres juntos, aunque en el fondo sabía que lo deseaban al igual que yo, porque sus sonrisas cómplices eran el reflejo de una noche de lujuria y desenfreno como nunca habían vivido. Capitulo 3 El otro día (el lunes) en la universidad, me encontré con Magdalena en las escaleras del nuevo edificio y comenzamos a platicar. Decidimos a repetir algo de lo que ya ambos habíamos probado. Subimos hasta el tercer piso, donde sucedió la primera vez con María, yo recordaba bien ese pasillo, ese momento. Recordaba también lo bien que la pasé con Magdalena en el cuarto del motel junto con su hermana. Ella vestía de negro; una camisa de tirantes pegada al cuerpo y un pantalón algo flojo y largo. Le quedaba muy elegante, sobre todo con lo delgada que está. Comencé a besarla en el cuello y hombros, luego en la boca. Entrelazábamos ...
    ... nuestras lenguas a un ritmo que aumentaba. Estaba ya súper excitado. Levanté su blusa, hasta arriba, sin quitarla totalmente, cubriéndole la cara y de forma que sus brazos quedaran levantados. Luego le quité el brassiere y con él, le até ambas manos. Fue entonces que comencé a mamar sus hermosas tetas; cómo recordaba esas tetas, ya las deseaba morder y saborear de nuevo. Bajé suavemente besando y acariciando cada parte desnuda de su cuerpo, lamiendo, chupando, mordiendo, hasta llegar al borde de su cintura. Desabroché su pantalón que se precipitó al suelo rápidamente dejando ver ese pequeño calzón negro con encajes, se miraba tan preciosa con el puesto. Se lo quité suavemente, rozando cada pierna con la yema de mis dedos, despacio, poco a poco, viendo cómo a cada roce de mis dedos su piel de erizaba y ella se estremecía toda de placer, placer que le brindaba el no poder predecir mis movimientos. Luego, comencé a masturbarla con mis dedos. Aumentando el ritmo cada vez más, y con la mano libre alcanzando y apretando sus duros pezones. De vez en cuando pasaba la lengua por su raja y lamía sus jugos. Luego la coloqué de cara a la pared, la abrí de piernas y comencé a besar sus nalgas, no podía creerlo, ella me pedía que la penetrara, pero no, no podía dejar que se saliera con la suya tan pronto. Continué besando y mordisqueando sus nalgas, piernas y espalda; creo que no entendía que yo quería satisfacerla por completo. Continué besando su espalda mientras la masturbaba. Llegó el ...
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