Mi ex esposa y aún mi mujer, con otro por primera vez - Relatos Eróticos

Mi ex esposa y aún mi mujer, con otro por primera vez

... hombre, le provocaba arcadas, aunque seguía pegada mamando como una becerrita. La cogió del pelo rubio, y ahí el corneador (ya se le podía dar ese nombre) comenzó a marcarle un ritmo de la mamada, que ella le hizo por unos 20 minutos hasta que se corrió en la boca de ella, le pidió que le enseñara la leche antes de tragársela, y que me la mostrara a mi, y así lo hizo.
Entonces él le abrió las piernas, que por primera vez iban a recibir a otro hombre, y que yo estaba logrando ver por mis planes elaborados y más de una botella de whisky que ella se había tomado, en el camino y en la ciudad más unas cervezas. El corneador ya satisfecho de estar emputeciendo, a mi ex esposa, y aún mi mujer, se dirigió a su cuca, y comenzó a jugar con sus manos, acariciar sus muslos blanquitos que guardan el tesoro de esa cuchara adornada con unos pelitos qué estaban erizados ante la novedad de la futura cogida; el hombre comenzó a mamar esos labios vaginales y comérsela con gran habilidad, incluso le metió hasta dos dedos en la cuca, y le acariciaba las nalgas, mientras su verga de 22 centímetros se ponía más tensa. Al tiempo que le pegaba fuertes tirones de los pelos de su cuca ya entregada, lo que la hacía experimentar como dolor de quejarse y placer al tiempo porque abría más las piernas para tratar de volver a cerrarlas. Ahí mi ex esposa tuvo su primer orgasmo, y se corrió pronto en la boca de nuestro corneador.
Después de unos 10 minutos de mamada de la cuchara, llegó el momento de la ...

... penetración. El hombre tenía sus 22 centímetros y unos 8 a 10 de grosor, dispuestos a meterlos en la cuca de mi mujer, y ella me miró, mientras me preguntó que si eso podía entrar en ella. Decidimos que lo hiciera sin condón, porque a mi mujer nunca le gustó que yo usara condón, y él corneador se lo comenzó a meter a pelo. Era la primera cogida, de otro hombre, que mi ex esposa, iba a recibir. La humedad de su cuca y vagina recién comida, hizo que le entrara sin apenas problemas, aunque unos diez centímetros le quedaban fuera. Después de unos 10 minutos, que a mí me parecieron eternos, por ver a mi mujercita con las piernas abiertas y recibiendo esa cogida. Ella le pidió cabalgarlo, porque así le podía entrar más; yo la ayudé a subirse porque ella me dijo que se sentía mareada. Al sentarse sobre la verga, le produjo un poco de dolor y cerraba sus ojitos verdes para concentrarse en la cogida que estaba recibiendo y convertirme en un cornudo, y a ella no le importó suspirar fuertemente cuando se la metió completa, y a los minutos terminaron los dos a la vez y, la llenó de una leche abundante; el corneador estaba también emocionado por la hembra que se estaba comiendo, delante del exesposo y aún marido de ella.
Descansaron un poco y él dijo que le iba a dar por el culo. Ella le dijo que no, y me preguntó que decía yo, le respondí que si le daba miedo y ella me respondió que si; pero el hombre le dio una cachetada suave y dos nalgadas, y le dijo que el hombre era él y que ella haría ...