Sorpresas te da la vida
Fecha: 23/11/2018,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Barquidas, Fuente: CuentoRelatos
... en ni sé cuantos años juntos, llegando a rizar el rizo de llegar hasta a confesarme con algún cura que otro y hasta a acercarme al presbiterio a tomar la comunión; y es que Marina era una de esas mujeres tan de en tiempos aquí, en España, que de Católicas, Apostólicas y Romanas, se pasaban, vamos… Así que, tan pronto se “coscó” que yo, precisamente, hombre de iglesia, misa, confesión y comunión semanal, no era, me puso de empecatado y hasta endemoniado que no había por dónde cogerme… Y claro, tuve que ir a lavar mis culpas al confesionario y a encomendarme a Dios, para que me mantuviera lejos del pecado y los designios del Maligno, comulgando, recibiendo, bajo la especie del pan y el vino, el Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo
Pero también hubo tiempo, en ese domingo de Ramos que pasaos juntos, de la mañana a la noche, para solazarnos, divertirnos y, sobre todo, disfrutar de su compañía, que bien podría decirse que en exclusiva, pues apenas nos separamos en todo el día. Ese domingo se acabó, amaneciendo el lunes de la Semana Santa, y con el lunes, la vuelta a la obligación, al trabajo. Ya dije antes que la plaza para más de un día, ese mismo lunes, no daba, por lo que el martes y miércoles mee las tuve que ingeniar para, sin perder tiempo y trabajo, tampoco alejarme demasiado del pueblo de Marina, donde asenté mis reales, afincándome en el hotel del lugar, saliendo por la mañana, temprano, a trabajar Villacarrillo, en un sé es, no es, pues lo cierto es que, ...
... aún siendo ésta una población más grande que Villanueva, para dos días completos no daba; lo que normalmente hacía era trabajar Villacarrillo hasta las primeras horas de la tarde del segundo día, las cinco, seis, agarrando de nuevo carretera y manta rumbo Úbeda, donde procuraba llegar con el comercio aún abierto. Pero entonces, ese Miércoles Santo, tan buenos oficios e intenciones dieron en quiebra total, pues aún no era las siete de la tarde cuando corría como las balas rumbo a mi cara querencia, encontrarme con ella, con Marina… ¿Mi Marina, ya?... Bueno, la verdad, es que afirmar semejante aserto, tendría mucho, pero que mucho riesgo…aunque, también, ¡quién sabe!, bastante verdad
En fin, que la cosa es que acabamos por disfrutar la casi tarde del miércoles para, después, pasar juntos y en unión, completos, de mañana a noche, Jueves, Viernes y Sábado Santos, más el Domingo de Resurrección… Claro, que asistiendo a los oficios religiosos y las procesiones, que “Mi Marina” ni uno, ni una, se perdió, ¡vaya por Dios!, pero también con nuestros momentos de esparcimiento, hasta de una cierta intimidad, podría decirse; pues a los eterno rezandorres de los Oficios Religiosos, Procesiones etc. sucedían los momentos de esparcimiento, esparcimiento éste que, ya a todas luces, estribaba en nuestra propia, mutua, compañía; dábase, además, que aquellos días casi finales de Abril, eran un excelente heraldo de la placentera primavera que les seguiría, con temperaturas más que agradables que ...