Por los celos de mi hija - Relatos Eróticos

Por los celos de mi hija

Hola me llamo Roberto cuando estos hechos se dieron yo contaba con 42 años y tengo la certeza que se iniciaron con el fallecimiento de mi esposa y centre toda mi atención en Jimena hija única la cual tenía en ese tiempo 14 años 
La  llenaba de mimos y caricias, no imaginaba lo que a priori iba a suceder  pies bien días después que ella alcanzo la mayoría de edad una noche por cierto calurosa yo me encontraba descansando en la cama vistiendo únicamente bóxer cuando Jimena entro a la habitación ella vestía una minúscula bata y se coloco a mi lado comenzó a conversa conmigo diciéndome que le molestaba mucho que yo saliera con alguna mujer que eso le provocaba demasiados celos y mientras lo hacía acariciaba mi pecho luego bajo su mano a mi abdomen hasta ahí todo estaba bien pero luego inesperadamente para mi llevo su mano hasta mi verga, me quede paralizado sin saber cómo reaccionar  ni que decirle solo estaba ahí quieto viendo como acariciaba mi verga sobre la tela del bóxer y por supuesto que se me puso dura, la caco del bóxer y comenzó a mamarla, me desconecte por completo  de cualquier tipo de moral y le abrí la bata, Jimena ya ...

... estaba completamente desnuda y mientras ella continuaba  mamando  yo acariciaba  sus firmes pechos cundo ello lo creyó conveniente dejo esa actividad  y sacándose la bata se monto sobre mi  y tomándola con una mano la dirigió a su virgen panocha ya en su sitio se la fue metiendo lentamente emitiendo excitantes  gemidos pude sentir la resistencia de su himen y ella también lo sintió y se dejo caer con violencia y se hundió toda la verga 
Si su deseo era coger conmigo me dispuse a complacerla en todo aceptó  venirme dentó de ella una y otra vez cambiamos de postura y como decimos en México me amorcillo y no lograba venirme tarde algo así como cuarenta o cincuenta minutos en hacerlo  para beneplácito de los dos  
Ya repuestos me confesó que yo tenía que ser únicamente de ella que ninguna otra mujer iba a ocupar el lugar de su madre y ahora suyo, esa ocasión cogimos toda la noche  ella jadeaba  y gemía y obtenía grandes orgasmos, me había entregado su virginidad  a cambio de ella me pidió fidelidad ya que si tenía ganas de coger ahí estaba ella y fue así que a partir de ese día hacemos vida de pareja en ocaciones cogiendo hasta el agotamiento