1. Mi tío me enseña cosas nuevas


    Fecha: 23/11/2018, Categorías: Incesto Autor: robertojrz, Fuente: SexoSinTabues

    ... no cooperas lo haremos a la mala. Diciendo esto apretó mis mejillas y sentí como me lastimaba la carne con mis propios dientes. Abrí la boca. Tan pronto como lo hice sentí como un palo duro se incrustaba hasta lo mas hondo de mi garganta, me sentí ahogar, me entraron unas ganas enormes de vomitar, me resistí un momento, pudo ser un segundo o un minuto entero, no sabría decirlo con certeza. Entonces me soltó, me aparté como un rayo, tosiendo copiosamente, sintiendo arcadas con las que expulsaba una sustancia mucosa como babas espesas. Mi terror se multiplicó. —Te lo dije, esta es sólo una prueba, así q espero q ahora si hagas lo que te digo. Ven, mamame la verga de una puta vez. Llorando avance de rodillas hacia él y sin decir nada tomé la verga con mis manos y me la llevé a la boca. —Ya vez q diferencia—Me dijo cariñoso mientras me acariciaba la cabeza y apartaba unos cabellos de mi frente. No sabría decir como lo estaba haciendo, sólo me lo metí en la boca y lo demás fue mecánico, pero por las indicaciones que mi tío comenzó a dar, supongo que no lo hacia nada bien. —¡Pendejo! cuidado con los dientes. Si se te ocurre morderme te pongo un chingazo que no se te va a olvidar nunca. Chupa suavecito, y usa la lengua. Asustado traté de seguir al pie de la letra todas sus indicaciones. Instantes después mi tío no paraba de gemir. —Mmmmmm, si, así Jorge. Aprendes rápido. Con sus manos guiaba la velocidad de mis movimientos, haciéndome bajar y subir, obligándome a tragar todo lo que ...
    ... pudiera y lo que no, provocándome continuamente una nueva arcada, que a mi tío parecía divertir y excitar mas. —Los huevo Jorge, chupalos también. Obedecí. Los comencé a lamer, primero uno, luego otro, trate de metérmelos en la boca pero no me cabía ni siquiera uno, eran muy grandes. Luego mi tío me empujó la cabeza haciéndome bajar mas, levantó las piernas y me ofreció su culo. Sentí mucho asco, pero mas grande era mi temor de hacerlo enojar. Comencé a lamer el culo. —Siiiiiiiiiiii, asi. Mmmmm q rico. Sigue jalando la verga mientras me chupas el culo. Lo hice, el era el que mandaba. Minutos después, de reojo vi a la pantalla de televisión y lo que observé me paralizó de horror: El niño de la película estaba empinado con las piernas abiertas mientras el hombre le metía el pene por el culo. Mi río rió de una forma que casi me pareció simpática. —Tranquilo, no vamos a llegar a eso… por ahora—río nuevamente al decir esto—. Sólo quiero q me la mames bien, tal vez después probemos otra cosa, eso dependerá de ti, si pones de tu parte te puedo enseñar muchas cosas q te van a gustar. Pero tranquilízate, chupame bien la verga y el culo, te prometo que si me dejas satisfecho, no te haré nada mas… por ahora—volvió a reír. Decidí confiar en su palabra, al fin de cuentas, bien o mal, hasta ahora había cumplido todo lo dicho. Me afané lo mas que pude, olvidándome por un momento de la humillación, pensado que entre mas pronto terminara mejor sería. A mi tío pareció encantarle esto, por que ...
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