1. Hogar dulce hogar


    Fecha: 24/11/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Kanibe, Fuente: CuentoRelatos

    ... ¡Hazlo!
    
    Y lo hizo, temblando. La verdad es que le echaba huevos. Era cómo su madre, insolente incluso en los peores momentos, estaba claro de que esa preciosidad era hija de Emma.
    
    -Por dónde empezamos? Te reviento el culo o te meneo un poco el conejito. No está reñido por donde empieces con por dónde acabes...
    
    -Por el culo no, ¡jamás me la han metido por ahí... de verdad te lo pido!
    
    No dije nada, baje mis pantalones y mis bóxers y le acaricie el coñito con el capullo, estaba tan hinchado en cuestión de segundos que palpitaba, notaba toda la humedad que manaba de su sexo. Era rosado como una flor de campo abierta y empapada de rocío.
    
    Pero en el último momento se la clave de golpe en el ano...
    
    La note vibrar. Chillaba sin poder contenerse y me pedía que parara, pero le agarré firme de los pelos y tire hacia atrás para hundirla mejor contra mis caderas. Su boca se abrió como la de un pez. Los chillidos al cabo de poco se volvieron cansados y jadeantes como si una perra sucumbiera a la carrera.
    
    -Ya te has rendido? ¡Qué poca voluntad! Eres como tu madre, un rabo duro bien metido os convierte a las dos en presas resignadas que se dejan llevar y lo mojan todo. A ver... ¿te ...
    ... gusta?
    
    Ella no dijo nada trataba de zafarse mientras los espasmos le doblaban las piernas. La empujé sobre el sofá....
    
    -No me digas que no te gusta....
    
    Puse mi revólver sobre sus gruesos labios y le dije que abriera la boca.
    
    -Vamos a contar hasta seis con un cañón metido dentro de la boca. ¡Abre las piernas!
    
    Ella abrió las piernas de inmediato. Por sus ojos resbalaban las lágrimas como cristal fundido.
    
    -La verdad es que no tienes el aspecto de Emma. Eres preciosa... ¡pero no te oigo contar!
    
    Sabi trato de articular las palabras con el arma dentro de la boca. Resultó bastante gracioso; le aparté el revólver y me tiré sobre ella.
    
    -Ahora vamos a probar ese chochito.
    
    La sentí agarrarse fuerte a mi espalda. Me araña y trataba de empujarme para atrás, pero yo embestía sin piedad dentro de ella. Sus jugos resbalaban por mis muslos y ella estaba toda empapada. Me aparté un poco y la agarré del cuello; fue una visión tremendamente sexy. Sus tetas se movían como locas. Estaba espectacular frunciendo el ceño y toda negada.
    
    -Deja de resistirte; ¿ya qué más da? Voy a llenarte de leche esa barriguita tan fina; vas a estar toda repleta... reza porque tu madre vuelva pronto.
    
    Continuará.... 
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