1. Las historias de mi marido las hice realidad


    Fecha: 24/11/2018, Categorías: Incesto Autor: iccs, Fuente: SexoSinTabues

    ... el coche? Yo desde luego, estoy muy bien, me respondió y seguimos bailando. De pronto el me apretó contra su cuerpo y sentí en mi pelvis algo duro y esto explotó mi libido. Me descontrolé y decidí continuar así pegados. A esa hora nadie se fijaba en nadie y cada pareja estaba en lo suyo. Sentí que mi concha se humedecía e irresponsablemente le dije a mi hijo que deseaba algo de tomar por que tenía mucha sed, y el rápidamente me consiguió una copa gigante de vino la que bebí tratando de pasar la página sobre lo que estaba sintiendo, apenas acabe de beber el vino el me invitó a bailar nuevamente y contrario a lo que pensé el vino hizo el efecto de excitarme más. Mi hijo se llama Leonardo pero siempre le he dicho Leo. Al sentirme tan excitada decidí proponerle que nos fueramos a casa y el aceptó de inmediato. Salimos, fuimos hasta el coche, el me abrió la puerta, me subí y mientras el daba la vuelta para acomodarse en el coche se me ocurrió recoger mi falda y dejarla a menos de medio muslo. Cuando Leo se sentó vi que dirigió su mirada hacia mis piernas y me dijo, Ma, no me había fijado, pero pienso que tienes unas piernas muy hermosas, deberías usar minifaldas para lucirlas. Tú crees? Ya soy una mujer mayor y no creo que me quede bien. Pero al menos cuando estés en casa me gustaría verte con minifalda. De verdad te gustaría? Si, es que son realmente preciosas. Está bien Leo, si me lo pides lo haré. El camino a casa duro más o menos media hora y en varias de las señales de ...
    ... luz que nos tuvimos que detenernos, Leo no perdió la oportunidad de acariciar mis piernas y la excitación fue subiendo en mi interior al punto de deseaba que me poseyera allí mismo. Finalmente llegamos a casa, entramos con el coche al garaje y me quedé esperando que el abriera mi puerta y cuando lo hizo le dije, creo que estoy muy mareada, ayúdame a llegar a mi habitación. La verdad es que simulé estar más alicorada de lo que realmente estaba. Caminamos abrazados, y como él es más alto y fornido que yo, no le costó ningún trabajo manejarme a su antojo. Cuando llegamos a mi habitación le dije que me ayudara a poner el pijama y el presuroso me colaboró, primero saco mi blusa, luego mi falda y quede solo con ropa interior y medias de liguero. Me dijo, Ma te ves fabulosa, que cuerpo más perfecto tienes. Tú crees? Si te veo preciosa. Eso lo dices por alagarme, pero yo se que ya estoy en el ocaso. No, no digas eso, te ves maravillosa. Y en medio de estas frases note como bajo su pantalón se había erguido su polla. Estando en estas condiciones le dije creo que no me voy a poner pijama, tengo calor y me metí bajo la frazada y le dije… Me gustaría que me acompañaras esta noche que estoy solita, ven y duermes conmigo. Y quién dijo miedo. En un instante estaba solo en bóxer y acomodándose a mi lado bajo la frazada, yo me abrace a él y por supuesto al acercarme sentí su polla súper erguida, y jocosamente le dije… Uhmmm que es esto tan rico? Y él me respondió, perdona Ma pero al verte ...