Helena y un alto en la autopista - Relatos Eróticos

Helena y un alto en la autopista

... unos quince minutos de incansable juego de lenguas, sentí un calor intenso y grité como una perra en celo mientras alcanzaba un tremendo orgasmo, acabando sobre los labios de mi amiga.Luego de descansar un rato y reponernos, nos vestimos y despedimos del camionero.Helena se quejó porque le dolía un poco el culo. Había quedado tan relajada que durmió por el resto del viaje hasta llegar a casa.Yo me dediqué a manejar y a repasar en mi mente las escenas que había presenciado y experimentado, mientras acariciaba con una mano libre las hermosas piernas de mi amiga, masajeando su humedecida y dilatada concha por debajo de la falda.Normalmente no es nuestra costumbre volver a encontrarnos con ningún hombre que se haya cogido a Helena, pero en este caso, ambas esperamos secretamente que nuestros caminos se crucen alguna vez con este brutal camionero….