Estrella2 - Relatos Eróticos

Estrella2

... postura donde no me doliera tanto el ano, lo sentía a flor de piel lacerado y punzante! 
De pronto se incorporó diciendo, que rico palo! Ora sigue mi compañero...
QUE???! aún no acababa mi suplicio??? Afortunadamente, al joven poli no le interesaba el culo de un adolescente y tomó otra vez el volante, mientras el moreno se arreglaba la ropa, avanzamos en silencio a la puerta de mi casa y el moreno bajo para abrirme la portezuela, salí como pude, transido de dolor y me dice el poli, vas a entrar, pero me vas a traer algo de valor, un reloj, grabadora, dinero, lo que tengas...sino sales en 5 minutos, entro y hago un desmadre ... entendido? Asentí con la cabeza... Cojeando ingresé y cerré la puerta, me dirijií de inmediato al baño para limpiarme lo que escurría entre mis nalgas y piernas, me quité la ropa de niña y entré a mi casa con todo el sigilo que me permitía mi estado, saqué mis ahorros, unos cuantos billetes, me envolví en una toalla y salí a la calle, por un momento pense que ya no iban a estar ahí, pero ahí seguían, el poli, moreno, de pie en la banqueta, le di los billetes y los recibió diciendome:  Céntrate!  Aún estás chavo y puedes dejar estás mariconadas de ...

... vestirte de niña! Me di la vuelta para entrar a mi casa y tomándome del brazo me detuvo, acercó su cara a mi oído y me dijo en tono de secreto: "ora que si te gustó como te cogí, voy a pasar por aquí en la noche de vez en cuando y voy a sonar la sirena, cuando la escuches sal y te doy otra dotación de verga" y para firmar su insinuación, me dió un apretón de nalga tan fuerte que me hizo gritar! me empujó para adentro... Y cerró la puerta!
Como pude llegué a mi cama y me acosté, no dormí, no pude ir a la escuela, me enfermé y pasé varios días en cama, nunca nadie sospecho el motivo de mi depresión, lo atribuyeron a "cosas de chamacos" De cualquier modo tuve suerte! Los polis no me delataron! Los perros siempre tan escandalosos, no ladraron!!! Así que agradecí al cielo que nadie conociera mi secreto y me prometí solemnemente no convocar nunca más a Estrella! Por un tiempo padecí insomnio y de vez en cuando llegué a escuchar la sirena afuera en la calle... Me envolvía la cabeza entre las cobijas, para no oír nada más!!! Paso el tiempo y nos cambiamos a otro vecindario, por lo que la paz llegó a mi alma y la vida pudo continuar para mi con normalidad... O al menos eso, creí!