La curiosidad me gano - Relatos Eróticos

La curiosidad me gano

Voy a tratar de ser lo más objetiva posible por ser esta la primera ocasión que escribo
Para llegar a mi centro laboral me veo obligada a pasar por lo que llaman zona roja por las mañanas no representa ningún riesgo y de regreso apenas comienzan a llegar y nunca tome en cuenta mi manera de vestir siempre con faldas cortas y blusas algo explicitas pero una ocasión me vi forzada a salir dos horas más tarde y es allí donde se desarrollan los siguientes hechos
Pero siendo honesta más de una ocasión sentí curiosidad por saber que se siente trabajar de prostituta por tal motivo no me vi sorprendida cuando en esa ocasión un joven me abordo preguntando por el costo de mi servicio, en fracción de segundos lo procese ahí estaba la oportunidad de estrenarme como puta y disipar las dudas que tenia, una vez de acuerdo acudimos al hotel de la zona donde no bien cerró la puerta se quito el pantalón mostrándome la verga, al mirarla me relamí los labios ya que la mire mucho mayor del que fue mi esposo y no solo grande también gruesa, el angelito cuenta con una verga de veintidós centímetros yo por mi parte me quite la falda y la tanga y pregunte en qué posición prefería, yo boca arriba y tú te matas sola  
Me monte sobre él y acomodando su verga en el lugar preciso me la fui hundiendo lentamente realmente comencé a disfrutar de mi auto penetración sintiendo como mi vagina iba siendo invadida por aquella verga así que sin proponérmelo comencé a gemir para satisfacción de él y una vez que ...

... ya toda su verga estaba dentro de mi comencé a moverme como poseída, uno dos y otros más orgasmos me llegaron solo sentía como mis piernas se ponían rígida, por el condón no pude disfrutar de su venida pero con los quince minutos que duro me dejo plenamente satisfecha 
Satisfecha no solo de mi curiosidad también sexualmente me dispuse a retirarme a mi domicilio pero no bien había dado diez pasos de nueva cuenta fui abordada, me sonreí mentalmente y me dije bueno suerte de principiante y accedí, si ya había cogido una vez porque no otra, esa ocasión se trato de un hombre más maduro pero con una verga más pequeña tal vez de quince o dieciséis el hombre me pidió antes de penetrarme le permitiera chupar mi vagina a lo que accedí, la lamio chupeteo y succiono mis jugos, el hombre prefirió en misionero con el cual no estaba sintiendo ningún tipo de satisfacción pero yo la regale alguno fingidos gemidos igual que un par de orgasmos, veinte minutos más tarde saliendo del hotel comencé a cruzar esa zona y ya había salido de ella solo había cruzado la avenida cuando fui interceptada por otro hombre este con indicios de ser obrero y por extraño que suene fue más generoso que los anteriores, me dije Ximena atascare ahora que hay lodo, este también resulto bien dotado tal vez como el primero, a diferencia de los anteriores pidió dos postura en misionero y en cuatro, lo subestime pensando que no llegaría a la segunda postura que sería en cuatro, me fue penetrando suavemente tomándose su ...