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La banda de las devora pollas demoniacas parte I
Fecha: 09/08/2024, Categorías: Fantasías Eróticas Tus Relatos Autor: Vergamorcilla, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
a banda de las devora pollas demoniacas parte I Mi esposa es dominada por una cirujana demente, que escapo del centro psiquiátrico de máxima seguridad, forma una banda integrada , novias lesbianas abuelas sádicas, putos degenerados y travestis alimentados a carne de pija o huevos al natural, mientras se cojen a viejos homosexuales o los hacen su cena Conocí a mi esposa cuando estaba con su novia, una gorda gigante, tetona que se pasaba mirando vergas o vulvas, se tocaba y en sus ojos se reflejaba un hambre sexual paranoico . La gorda, borracha, le ponía las tetas en la cara y le tocaba la concha. Camino a mi apartamento, le toqué la falda a la gorda y noté que tenía una verga erecta y unos huevos largos. Pensé que eran falsos, pero no lo eran, hasta que la masturbé y descubrí que tenía vagina, pene y huevos. Sus pechos y culos eran de mujer. El conductor del taxi se sacó la verga semi dura y comenzó a pajeársela. Mónica avanzó y se la chupó. La gorda, loca, sacó un cuchillo y le ...
... cortó la verga al ras, luego se cogió a la morocha con el miembro. Yo chupaba las conchas mientras el viejo gritaba. Lo dieron media vuelta y lo comieron. Las travestis le cortaron las bolas y lo vejaron. La verga la tenía dura, cortada de raíz y me miraron blandiéndolas como navajas. Ella se montó sobre mí, y puse mi cara para chupar pija, huevos, concha y clítoris. En una plaza, bajo la luz de un farol, el taxista, un anciano que usaba calzas justas y una bikini, tenía una verga de carne y dos huevos de viejo, con un escroto flácido. Luego le partieron el culo al viejo. Había unos travestis que se sumaron y se lo cogieron, lo cagaron en la boca, lo mearon, escupieron y vomitaron vino. Le cortaron las bolas y se las comieron. Luego lo vendaron y lo subieron al taxi. El taxista fue canibalizado; la verga y las bolas de caravana le quedaban muy lindas. En la mañana, se sentaron en mi cara, y apareció un travesti o vieja gigante cuya verga llegaba hasta las rodillas. Hacían cola para mamarla
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