Venganza anal - Relatos Eróticos

Venganza anal

... las piernas y las doblo hasta mi pecho, dejando mi vagina abierta y descubierta, comenzando a lamer mis jugos con su suave y caliente lengua, yo abría más las piernas y gemía sin contenerme, el me tenía a su merced y como tenía mis ojos cerrados y estaba arañando la cama no me di cuenta cuando me monto y me la dejo ir hasta el fondo, hasta que su vientre choco con mis labios vaginales y su verga se baño en mis jugos y salió empapada de mi, me monto duro y sin piedad, sin condón, no dure mucho y me vine riquísimo, arañando su espalda y sintiendo como su rica verga palpitaba dentro de mi, me colgué de su cuello y le dije:
-rompeme el culo amor...
El se quedó viendo mi cara de éxtasis y me desmonto, volteando me salvajemente, masajeó mis nalgas y con sus dedos pulgares amaso y abrió mi cola para dejar al descubierto mi ano apretado, aquel que muy pocas veces le di a mi marido, ya abierto lo comenzó a lamer y a entroducir su lengua en el...me hizo llegar al cielo!!
-ohhh diosss, metemela ya cabron!
Le gritaba mientras le abría las nalgas con mis propias manos, me hizo esperar y después sentí un ardor doloroso cuando comenzó a meter ...

... CM a CM su verga en mi apretado hueco, yo gemía y gritaba y le decía que no me la sacará mientras abría mi culo y el aferrado a mis caderas me la dejaba ir despacio, hasta que comenzó a agarrar ritmo y me cogió frenéticamente haciéndome primero gritar y después venirme a chorros a manera de squirt.
Fue un orgasmo intenso y el se vino dentro de mí también, quede satisfecha pero quería más..
-metemela otra vez ahorita que todavía la tienes dura...pero grabarme, quiero ver cómo me dejaste de abierta
El lo hizo, grabó mi cola abierta y recién cogida, deseosa de más sexo anal, mientras me la volvía a meter pero ahora más fácil y ese video sería mi venganza.
Esa fue la primera y última vez que cogi con el, no me malinterpreten, me follo delicioso y me hizo sentir mujer nuevamente, pero no quería volver a engancharme con nadie otra vez.
Con respecto a mi marido, ahora que me arreglo más, que me atienden en la cama con más frecuencia y que soy una mujer sexualmente libre, me comienza a celar, como si sospechara que ahora su sumisa es una puta en potencia y claro, aún no lo sabe y pronto se lo diré, primero seguiré disfrutando un poco más.