Relatos eróticos Esposa compartida novena vez - Relatos Eróticos

Relatos eróticos Esposa compartida novena vez

Buenas noches, mi nombre es Dalila tengo 43 años, 1.50 de altura blanca ojos verdes pelo castaño me dedico a mi casa, soy casada con Kike de 1.70 de altura 45 años, pelo castaño y ojos claros. El es ingeniero y tenemos dos hijos uno qué recién se ha ido al extranjero y el otro aún vive con nosostros, por qué se está preparando para ingresar a la universidad y tiene 18 años.

Somos una pareja qué vivió y vive con nuestros juegos calentones de cama, fantasías soñadas y no realizadas por temor, usamos verduras y consoladores y así nos  desahogamos los dos.

Con mi esposo nos pusimos de acuerdo en escribir éste relato, por qué mantenemos nuestro anonimato y deseamos qué otras personas se enteren de nuestra única aventura qué tuvimos, yá qué en nuestro medio somos considerados una pareja modelo de moral.

Les cuento qué en un tiempo dimos un número de teléfono móvil qué no está a nuestro nombre, para qué los chicos me llamen y nosotros escuchando las perversidades qué me harían en alta voz, nos dábamos nuestros polvos.

También en una oportunidad me cite con un muchacho qué decía tener buena verga y qué sabía usarla muy bien contándome una que otra aventura dejando feliz a la mujer.

Con mi esposo en el auto vimos que apareció el chico con su vestimenta descrita en la puerta del hotel donde íbamos a entrar, pero me dió miedo por qué nunca lo había hecho con otro hombre y además era negro, alto y musculoso. Se imaginan ? Me hubiera destrozado.

Bueno nosotros vivimos ...

... una vida tranquila y pensamos en qué así sería hasta el día qué tengamos que partir, pero sucedió algo repentino a ésta edad, qué nosotros no buscamos. Sólo apareció.

Resulta qué un día sábado asistimos los tres a una invitación familiar. Estando muy amena la reunión nos dieron las 3 de la mañana y al decirle a mi hijo nos pidió quedarse con su primo qué habían ligado bien, pero no aceptamos por qué la zona no era segura y los 2 estaban mareados,.entonces mi esposo sugirió venir todos a casa y podían seguir hablando y aceptaron por qué el sobrino estaba sólo.

Llegando les mostré el dormitorio y las camas qué usarían cada uno de ellos, yéndo nosotros a dormir y ellos siguieron tomando con la puerta con llave.

Por la mañana en qué mi esposo me pasó la voz para ir a misa y almorzar con su mamá, le dije qué no me sentía bien.

En ése momento me acordé de mi hijo y cómo estaba el sobrino, preferí mirarlo por un huequito secreto qué colinda con su cuarto.

Ohhhhhhh no cabía mi sorpresa y me sobaba los ojos y volvía a mirar y para estar en segura le pedí qué viera a mi esposo antes de qué se vaya.

Guau dijo él, mira vé, no parecía qué ése cuerpito tuviera tal cosa.

Los dos estaban durmiendo en sus camas y el sobrino qué estaba más cerca al hueco estaba boca arriba tapado con una sábana que mostraba una elevación prominente a la altura de su verga.

Kike : Si no fuera mi sobrino me gustaría verte gozar con el.

Yo : Pero tan grande la puede tener, si la tuya no ...