Mi cuñado y su amigo - Relatos Eróticos

Mi cuñado y su amigo

... suaves masajes, el amigo solo se retorcía y pedía más y más. De repente mi cuñado se saca su pollita también y se sube encima de él y se la pone en la boca, se la comía con bastante facilidad y se veía que la saboreaba al máximo, mi cuñado se corrió en seguida llenándole la boca de su semen prematuro un tanto líquido, el amigo se lo comió todo. Yo estaba full de ver todo lo que sabían hacer. Mi cuñado se baja y le levanta las piernas lo más que pudo dejando su colita al borde de la cama y le empezó a comer el culo mientras lo pajeaba con gran habilidad. En eso le dije que si habían cogido y me dijeron que no. Cuando voltearon a verme se quedaron paralizados, comí si los hubiera despertado de ese sueño. Ambos vieron mi verga latiendo, llena de venas y la cabeza un poco más grande y gorda salía a relucir y luego la cubría con el prepucio. Les dije que si querían tocarla y mi cuñado le dijo a su amigo primero tú y luego yo. Así lo hicieron, me acosté en la cama y el amigo se sube en mis rodillas, se veía tan sexi con su tanga negra que le quedaba a la perfección, con su pene aún erecto, empezó a tocarla y a moverla de arriba a abajo, cuando sentí sus manos calientitas me estremecí y me puse chinito, lo jale indicándole que la chupara y así lo hizo, se dejó llevar por aquello que tanto le intrigaba, la saboreaba pero con mucha dificultad le entraba la cabeza y una pequeña parte de la punta, me agarraba los guevos y al igual los chupaba. Le dije que si queri sentirla en su culito ...

... y solo sonrió. Ni esperaba lo que le pasó, lo acomode en el borde de la cama, le hice la tanga a un lado y con mi pene toqué todos sus huevitos y su pene y le daba puntalazos en el culito, el cuál estaba súper cerrado y rosita, le coloqué un poco de saliva y empecé a darle masajes suaves y el solo gemía como una nena, le dije a mi cuñado que lo besara y así lo hizo, me humedeci un dedo son bastante saliva y se lo empecé a meter poco a poco hasta que venció los esfínteres, giraba en círculos para dilatarlo hasta que logré meter dos dedos. Yo ya estaba full de caliente y no quería echar esa leche afuera. Le pregunté que si ya estaba listo y solo me decía que si con su cabeza, mi cuñado no quiso perderse la entrada y se puso a ver de cerca agarrando el pene de su amigo y paseándose él también. Apuntale el glande y presione un poco y no se vencía, le pedí que pujara como su fuera a hacer popó y así lo hizo. Pujó y pujó hasta que su anillo se relajó y la cabeza de mi mástil entro un poco. Ay, ay, ay, me duele, sacala, sacala por favor me arde, no te muevas le dije, la dejaremos un ratito y se te va a pasar el dolor. Unte más saliva alrededor y lentamente lo jale de su cadera hacia el borde de la cama para dejarle caer todo el rigor, le metí un poco más y gritaba que ya no, que quería hacer popó. Cuando fui metiendo más y su colita estaba ya dilatada empecé a moverme en el mete y saca, mete y saca, solo pujaba y abría su boca, no logré meter la verga completa por qué sentía ya la ...