Relatos eróticos Esposa compartida 11va vez - Relatos Eróticos

Relatos eróticos Esposa compartida 11va vez

... chupala.

Delia : No me hará daño ?

Yo : Sólo chupala y trata de no tragart el líquido.

Qué excitante era ver ésa vergota ir desapareciendo en la boquita de mi señora, qué con sus ojos cerrados lo iba disfrutando centímetro a centímetro, hasta qué con náuseas tuvo qué descansar, pero había logrado meterselo  todo.

Sintiéndose culpable y  avergonzada me abrazó pidiéndome disculpas.

Yo : No, nada de éso amor, yo te agradezco, no sabes todo lo que estoy disfrutando viéndote.

Delia : A mi también me ha gustado.

Yo : Te lo cacharias ahora.

Delia : No sé amor, pero ayúdame.

Tratamos de qué ella se sentara encima de la verga del perro, pero no lo logramos, entonces se tiró al piso en posición de perrito, al ver su lindo cuerpo blanquito encorvado encima del tapizon negro, esperando ser empalada por nuestro boby, fué demasiado para mí empezando a hacerme una paja.

 Nuestro perro al verla en posición, después de dar unas vueltas mirándola se decidió, montandola por detrás, cómo calzaba a la misma altura comenzó a darle empujones torpes pero bien agresivos, hasta qué en el intento 20 logró meterle su dura verga, haciéndola gritar, por qué le entró toda de golpe y no pudo retirarse por la fuerza qué puso nuestro perro al abrazarla y por el tamaño del mismo.  

Luego vinieron fuertes empujones escuchando sólo los gemidos y lamentos de los dos y en ésos 2 minutos me vacíe no pudiendo contenerme más.

Cuándo me limpiaba ví qué el perro se detuvo ...

... bruscamente y tratando de zafarse la hizo gritar fuerte, viendo al perro voltearse dándole la espalda.

Me asusté al meter mi mano por debajo, tratando de destrabar lo qué impedía qué se soltaran y sentí una bola del perro en la entrada de la concha de mi señora demasiado gruesa imposible de salir.

Le pedí calma a mi señora y trataba de calmar al perro y a lo único qué atiné fué escribir al correo del relato qué me contestó de inmediato y al contarle lo sucedido me dijo qué los calmara a los dos y sólo con éso se soltaran y qué no trate de no asustar al perro por qué al querer salirse de ella de forma brusca la puede dañar.

Me pasé 10 minutos acariciando a los dos hasta qué él perro se despegó, saliendo de ella dejando caer buena cantidad de líquido lechoso en el piso y moviendo su cola se retiró.

Ella muy asustada y bien arañada me explico luego, la rica sensación qué sintió cuándo el boby  le empujaba con fuerza llegando su  gran verga donde yo nunca llegué y moverse con una velocidad de máquina, arrancándole orgasmo tras orgasmo hasta qué sintió el terrible dolor del querer salir del perro. 

Por la noche se comunicó la señora del relato preguntando cómo quedó mi problema, le dije qué hize lo sugerido por ella y se alegro haber no Sido de ayuda no para nosotros y quería conocernos y al perro también para hacer amistad, le dijimos qué le avisaría.

Después de curarle las huellas de las uñas del perro a mi señora, le compramos unos guantes y lo volvió a hacer sintiendo ...