Todo por ser exhibicionista - Relatos Eróticos

Todo por ser exhibicionista

Tenía 17 años cuando de manera moderada me fui mostrando como una exhibicionista y este se fue acrecentando conforme  pasaba el tiempo ya mostraba más de mi cuerpo creo que sin tocar la vulgaridad y fue así que a los veinte años me case con el hombre ideal ya que no reprimía mi forma de vestir por el contrario me estimulaba para mostrar un poco más a tal grado que cuando salíamos vestía faldas muy cortas y sin calzón y disfrutábamos con solo imaginar la cantidad de vergas que ponía duras pero nunca paso por nuestras mentes que dichas provocaciones dieran como resultado lo que les voy a narrar    
Estando en la frontera norte de México (Tijuana) también conocida como la ciudad del pecado acudimos a uno de tantos bares a divertirnos yo vestía falda corta y esa vez si llevaba tanga pero mi esposo al percatarse que algunos de los comensales no dejaban de mirarme me sugiere que me quite la tanga lo cual hice en el baño, yo tenía entendido lo que pretendía así que discretamente fui separando las piernas de tal manera que los hombres sentados frente a mi pudiera ver mi paluda panocha y así sucedió, un grupo de hombres (6) no me quitaban la mirada más bien a mi panocha y sin imaginar los que nos iba a acontecer abandonamos dicho bar afuera nos esperaba ese grupo de hombres los cuales nos interceptaron tres a mi esposo y tres a mi me amenazaron con un puñal me rigieron que si gritaba me ...

... picaría y nos subieron a la parte trasera de una camioneta de momento pensé que solo se trataba de un robo y trate de mantener la calma, nos llevaron a una casa donde a mi esposo lo ataron a una silla lo aterrador fue cuando el más rudo de ellos me dice, a ver cabroncita te gusta enseñar pues aquí vas a enseñar todo te quitas toda la ropa o te la quito, temblando de miedo me desnude luego e boto en una sucia cama y se dirigió a mi esposo, tu por andar asiéndole al pendejo vas a ver cómo nos cogemos a tu vieja , me separo la piernas y me fue metiendo la verga sin ningún tipo de contemplaciones  le bastaron dos impulsos para metérmela toda, no tenía ningún placer solo miedo cuando el tipo termino otro se acomodo y fue lo mismo metida de violenta de verga con bombeos frenéticos y así uno a uno me fueron cogiendo  por fortuna todos con condón cuando la los seis me habían cogido pensé que nos dejarían libres pero no uno a uno fueron repitiendo, con dos rondas ya mi panocha se encontraba hinchada y adolorida y sin que yo hubiera tenido un orgasmo lo peor fue que hubo una tercera 
Se tomaron la molestia de regresarnos a la ciudad y con todas nuestras pertenencias, ya el nuestro hotel mi esposo que se sentía culpable de lo acontecido se disculpo, no cariño no es culpa tuya ambos propiciamos esto y que nos sirva de escarmiento, pero no aprendimos yo continuo exhibiéndome y el apoyándome