Mis inicios probando mi cola - Relatos Eróticos

Mis inicios probando mi cola

Desde antes de conocer los placeres del sexo con mujeres y claro mucho más tiempo de sentirlo con los hombres tuve, mis primeras experiencias sexuales derivadas por la curiosidad y la casualidad, y se lo explicaré. A cierta edad comencé a comprarle a un amigo revistas pornográficas que hacían mi felicidad, sobre todo por las tardes después de la escuela, me encerraba en el cuarto con el pretexto de estudiar pero realmente me pasaba la tarde viendo y masturbándome hasta terminar cansado. Mi curiosidad fue creciendo y cada vez era más difícil quitarme de la mente a esas rubias que aparecían en las revistas, pero aquí es donde todo se volvió complejo, ya que por alguna razón también pensaba en esas grandes vergas que ellas montaban, fue así como armado de valo un día masturbándome mientras me bañaba tuve la grandiosa idea de introducir un par de dedos en mi cola, cosa que jamás había hecho pero que poco a poco me comenzó a gustar, cada vez que lo hacía mientras me masturbaba generaba un doble placer en mi que disfrutaba mucho. Poco a poco con el tiempo fue buscando que más podía ser como un juguete improvisado, por mi culo pase infinidad de objetos que me dieron placer, me volví vegetariano porque había verduras que hacían perfectamente la función. Enfundadas en un condón se volvieron mis juguetes favoritos, en mi cuarto pasaba buenos momentos llenos de intenso placer, recuerdo recostarme en la cama y llenarme de crema el culo para después introducir una zanahoria de buen ...

... tamaño que enfundad en un condón me daba un placer tan agradable que me permitía casi gemir de placer, cada vez era más intenso pero también en cada ocasión queria algo más, pase por velas las cuales hasta llegue a tallar para darles forma de una verga. En un momento de esos y teniendo en casa un vibrador para dar masajes, mezcle mis juguetes improvisados y el uso de dicho vibrador, ese momento llegó a marcar aún más en mi la idea y las ganas de tener una verga de verdad en mi culo. En esa ocasión recuerdo haber gemido, al sentir mi culo lleno con el juguete y la vibración que me hicieron exitar a tal grado que solamente basto un para de jaladas a mi verga cuando ya estaba arrojando grandes cantidades de leche, recuerdo muy bien que tan caliente estaba que por instinto recogí con mis dedos parte de esta leche que había caído en mi cuerpo y sin dudarlo los introduje en mi boca, saboreando tan ansiado manjar algo salado pero dulce al a vez, no me desagrado para nada y me dejó pensando que más podría yo hacer teniendo una verga de verdad. 
Está etapa estuvo presente por mucho tiempo, ya que por la edad y las circunstancias no era nada facil pensar en una relación de verdad. 
Hasta que un día, teniendo ya 18 años salí con un amigo el cual realmente al igual que yo nunca había mostrado su gusto por los hombres, esa noche después de un par de cervezas me confesó que el sentía curiosidad por probar estar con un hombre, al escucharlo solo atine a decirle que el podia contar conmigo. Y ...